sábado, 11 de agosto de 2012

seduccion peligrosa cap 22





-Me gustaría darme un baño - dijo Miley dirigiéndose al cuarto de baño como una zombi.

-Miley, ¿es que Claudia te ha dicho algo que te ha molestado?

Miley se detuvo y se dio la vuelta.
-¿Qué puede haberme dicho?

Nick se aflojó la corbata y la miró fijamente.
-Hace cinco años la conocí en una boda y la invité a una fiesta. A ella le divierte destruir las reputaciones de todas las demás mujeres. Es venenosa. No la volví a ver ni me acosté con ella.

Miley estaba más pálida incluso que de costumbre.
-No tienes que explicarme esas cosas.

-Porque no te importan, ¿verdad?

-No, no es eso... Quiero decir, yo no soy una tonta. Ya sé que, evidentemente, tú tienes un pasado.

-Y una esposa que no es nada celosa ni posesiva. Tengo mucha suerte. - dijo ironico pero miley no lo entendio

-Nick... no me estoy sintiendo muy bien - susurró ella sintiendo el estómago revuelto.

-No es necesario que pongas excusas y tampoco que te escondas en el cuarto de baño. ¡No tengo el menor deseo de compartir la cama contigo hoy!

Miley lo miró extrañada cuando salió del dormitorio.
Luego se metió en el cuarto de baño y apoyó la frente sudorosa contra la fresca pared hasta que se sintió capaz de moverse de nuevo y empezó a desnudarse.

¿La habría querido Nick sólo por su parecido con la tal Elisa?
Era agonizante pensar que sólo debía su posición presente con él a ese leve parecido, a algo tan superficial.
Sabía que, con esos pensamientos, se estaba apartando de él, en pocas palabras, estaba haciendo exactamente lo que Claudia había querido que hiciera, pero no podía dejar de hacerlo.
Aunque, tal vez, Claudia se lo había imaginado todo.

Miley se metió en la cama y se hizo una pelota en ella.
Le pareció horriblemente grande y vacía.
Estaba tan tensa que los músculos le dolían, pero eso no le importaba, porque le parecía que todas las fibras de su ser estaban sufriendo una agonía.

Amaba a Nick... pero, de repente, también lo odiaba.
Por tener el poder de ponerla en semejante estado mental.
Imágenes de su posible venganza le pasaron por la cabeza.
En cada una de ellas, Nick parecía completamente derrotado mientras ella hacía las maletas con una frígida dignidad y lo abandonaba públicamente después de dos semanas de matrimonio.

Entonces la puerta se abrió y ella se sentó de golpe en la cama cuando se encendió la luz.
Nick estaba al lado de la cama, magníficamente desnudo y, como siempre, nada preocupado por ello.

-¿Qué quieres? -le preguntó ella ferozmente.

-A ti. - El enfado se reflejó como un huracán en sus ojos.

Estaba muy claro que Nick estaba bastante lejos de la derrota total.
Con un solo movimiento, la hizo tumbarse de nuevo, aprisionándola con el cuerpo.

-¡Si no te apartas de mí, te pegaré!

-Como quieras. - Nick la miró provocativamente.

Entonces la besó antes de que ella pudiera cumplir sus amenazas.
Una oleada de pasión la invadió entonces, sobreponiéndose a todos sus sentidos.
Se apartó de ella cuando ya estaba sin respiración y el corazón latiéndole a toda velocidad.
Luego sonó a seda rasgada y ese ruido retumbó en el silencio de la habitación.

Miley se quedó helada momentáneamente y luego miró como la mano de él se posaba en su piel desnuda y uno de sus pulgares le acariciaba un pezón.
Eso la dejó reducida a una masa fláccida y temblorosa, sin huesos.

Luego Nick pasó la lengua por donde había estado el dedo y a ella se le escapó un grito.
Cuando le recorrió la parte interna del muslo hacia arriba y descubrió su parte más femenina, ella perdió más todavía el control.

-No, no creo que me vayas a pegar... -murmuró Nick.

-¿Qué?

-Te toco y serías incapaz de oír la sirena de los bomberos. Te toco en cualquier momento del día o de la noche y te rindes inmediatamente. Eso lo he descubierto en dos cortas semanas. Que puedo tener todo el sexo que quiera siempre que quiera.

-Nick... ¿qué estás...?

-¿Diciendo? No me estoy quejando. Pero sí creo que hemos desperdiciado un año entero. Fui tan cauteloso que ahora me da vergüenza. Acosarte sexualmente entre los archivos hubiera sido de lo más entretenido. ¡No puedes mantener apartadas las manos de mí ni siquiera en medio de una pelea! Así que, si sigues poniéndote lánguida por ese rubiesito que has perdido, ¿por qué he de sentirme ofendido? Entre las sábanas todavía sigues estando increíblemente deseosa de satisfacer mis necesidades más básicas... y las tuyas.

Miley se quedó rígida por la sorpresa al pensar que realmente Nick podía estar celoso...
una sospecha que hizo que esa ofensiva verbal le resbalara.

-Yo no estaba pensando en Liam - dijo tratando de convencerlo.

Nick la destapó entonces, exponiendo a su vista su desnudo cuerpo.
-No, ahora no. Pero, ya ves, espero toda tu atención fuera de la cama también. Siéntete libre para sufrir todo lo que quieras por él, pero de ahora en adelante te sugiero que lo hagas en privado. Tu comportamiento formato reina de la tragedia me pone enfermo.

La idea de que Nick pudiera estar celoso de su ex novio se disolvió entonces brutalmente.
El mensaje que acababa de recibir le decía claramente que amara a Liam lo que quisiera, pero que no lo aburriera a él con su estúpido emocionalismo.

Tomó entonces la sábana con una mano y se tapó a su vista, apartándose.
Nick frunció el ceño, murmuró algo en italiano y la apretó firmemente contra su cuerpo.
Aunque dolorida, ella notó la ya habitual respuesta de su cuerpo al de él.

-No me toques.

Él se puso tenso entonces.
-Miley... Estoy descubriendo que no puedo vivir siendo el premio de consolación. Si quieres seguir casada conmigo vas a tener que olvidarte del amor de tu vida - dijo él duramente.

Miley se puso pálida.
-¿Cómo has hecho tú con Elisa?

-Madre di Dío, ¿qué...?

-Porque no se puede decir que tú te hayas olvidado de ella, ¿verdad?

-¡Elisa no tiene nada que ver con esto!

-Oí a alguien decir... en nuestra boda... que me parezco a ella.

Esas palabras se quedaron colgadas entre ellos.
El silencio pareció durar una eternidad y ella contuvo la respiración hasta que ya no pudo más.

-¿Nick?

Entonces se produjo un leve movimiento a su lado y las luces se apagaron.

-No hay comentarios - murmuró Nick completamente inexpresivo.

Esa respuesta sorprendió a Miley y se quedó muy quieta en la oscuridad, pero Nick no intentó acercarse.

De todas maneras no hubo nada de tenso en el suspiro de indolente satisfacción que se le escapó.
Luego se quedó profundamente dormido... mientras Miley seguía despierta.



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