jueves, 2 de agosto de 2012

La caida de jonas cap 2




Nick Jonas era el chico malo, y él lo sabía.
Era dueño del bar local, un lugar de reunión de moteros y a veces el establecimiento con mas mala reputación.
Y a él le gustaba de esa manera.

Tenía mala reputación.

El alborotador local que se convirtió en dueño de un bar después de regresar del Ejército en el que había estado por más de ocho años.
Una bala en la rodilla le había sacado de los Rangers, pero no lo había puesto fuera de esa vida.

Unas pocas cicatrices y afilados dolores en una rodilla reconstruida no eran suficientes para matar ese salvaje, a veces oscuro núcleo dentro de su alma.

El Ejército lo había perfeccionado.
Los Rangers lo habían agudizado.
La vida misma pudo haberlo suavizado un poco más.
Pero todavía estaba allí. Seguía siendo peligroso.
Todavía era oscuro.
Seguía sin trabas y sin compromiso.
Y tenía la intención de permanecer de esa manera...


Miley tiró la toalla en la cama, hizo un mohín, y entró en la ducha pisando fuerte.
Se lavó el aceite de bronceado de su cuerpo e hizo una mueca de desagrado por la necesidad que todavía latía entre sus muslos.

Veinticuatro años.
Tenía veinticuatro años y todavía era virgen.

Y como si todo el mundo en esta pequeña ciudad donde se había mudado lo supieran, ella era conocida como la señorita Miley ... Y estaba cansada de ello.

Se lavó rápidamente, se secó el pelo con fuerza antes de peinarse los enredos y dejar que los largos rizos sueltos colgaran hasta la mitad de su espalda antes de volver al dormitorio con la respiración agitada.

Ella había intentado de todo para encajar aquí, en este pequeño pueblo de Texas...
Bueno, todo menos entrar en un bar y recoger un hombre, y no se atrevía a hacer eso.

Así como no había sido capaz de decidirse a dejar que uno de los muchachos borrachos de la fraternidad de la universidad la tumbase y gimiera sobre ella.

Hizo una mueca al recordar las fiestas en donde sus hermanas de hermandad la habían arrastrado durante su época en la universidad.
Había habido unos cuantos chicos que no se había emborrachado.
Quienes habían flirteado con ella, parecían interesados… en una follada rapidita.

Se sentó en la cama y miró a la pared de su dormitorio.
Se tendría que haber trasladado a una ciudad más grande.

Se ganaba muy bien la vida como diseñadora web y programadora de ordenadores...
Trabajaba para una compañía excelente.
Tenía buenos beneficios.
Había tenido mucha suerte... No tenía que trabajar de nueve a cinco y podía relajarse

Podía darse el lujo de trasladarse a Houston o a Dallas.
La idea le paralizó el aliento en su garganta. Había muchos extranjeros... tanto ruido… y el miedo.

Era más tranquilo aquí en Simsburg.
Un lugar pequeño, casi desconocido, una ciudad lejos del Corpus Christi.
Podía descansar aquí.
Poner distancia.

Sacudiendo la cabeza, se levantó de la cama y se dirigió al armario.
Sacó uno de los vestidos sin mangas y se lo metió por la cabeza antes de abrochárselo casi hasta el cuello.

Regresó al cuarto de baño y se puso delante del espejo. Se desabrochó el vestido, descubriendo de nuevo su pecho y se quedó mirándolo.

Las líneas blancas tenues todavía estaban allí.
Debes permanecer lejos del sol, se dijo mientras arrastraba la huella de sus dedos por las finas cicatrices blancas.
El moreno las hacía peores, se recordó.
Hacía que fueran más fáciles de ver. Más difíciles de ocultar.

Dejó que sus dedos vagaran sobre ellas.
Había media docena, largas, estrechas y muy delgadas.
Pero estaban allí. Habían estado allí desde que tenía dieciséis años
Dieciséis años y había sido completamente estúpida.

Se abrochó el vestido antes de regresar a la habitación y coger unas bragas de encaje de color bronce de su tocador.

Deslizó los pies en unas sandalias, se trenzó los cabellos y los aseguró con un moño suave en la parte posterior de su cabeza antes de dirigirse a la cocina por su bolso.

Cerró la casa en poco tiempo pero de forma segura y salió al porche unos momentos más tarde.
 Incluso aquí, en este pequeño pueblo pintoresco, en medio de las casitas y los ciudadanos amistosos, ella no se arriesgaba.

Mantenía la puerta cerrada.
Las ventanas cerradas.
Mantenía su coche cerrado.




1 comentario:

  1. mayi mayi mayiii recien la leooo te jurooo que meee encantoooooo haceme un favor y has un maraton de la nove plis plis que me re encantooo jajajaj seguilaa pronto.

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si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥