sábado, 18 de agosto de 2012

La prometida del desierto cap7




 Para un hombre árabe era un insulto mirar a una mujer que no fuera de su familia... pero ella no era ninguna de sus mujeres.
Con un violento movimiento de frustración, Miley cerró laspuertas de golpe.

—¡Si no me dejas salir de aquí gritaré!

—Eso sólo te pondrá peor la migraña.

¿Cómo sabía él que tenía migrañas?

—No crees que vaya a gritar, ¿verdad? Crees que estoy tan malditamente impresionada por tus ridículas amenazas y tu pretenciosa sala del trono que no ha llegado la gota,¿no?

—¿La gota? — preguntó frunciendo el ceño mientras se levantaba y avanzaba hacia ella.

 —¡Apártate de mí! ¡Te lo advierto! - Al borde de la histeria por primera vez en su vida, Miley estiró los hombros y gritó.

Le dolieron los oídos, la garganta y la cabeza.
Pero loque más la sorprendió fue que nadie acudiera a su llamada.

—Pregúntate a ti misma la felicidad que la vida occidental te ha traído —le apremió Nick con suavidad—.Trabajas incontables horas. Vives como un ratón en una jaula y te niegas a ti misma el mínimo placer femenino.

—¡Soy feliz con mi vida y estoy totalmente satisfecha con mi trabajo!

 —Estar totalmente satisfecho para mí significa estar infinitamente más satisfecho. Te aliviaré toda esa tensión acumulada.

—La única forma de aliviar mi tensión acumulada en este momento es atacarte físicamente... si no te mantienes apartado —juró Miley con la cabeza palpitante, la piel húmeda y el estómago encogido —. Ahora quizá creas que este pequeño juego de poder tuyo es divertido, pero ya haido demasiado lejos... ¿me oyes? ¡Quiero que me lleven alaeropuerto ahora mismo!

—Si te doy lo que dices que quieres, te arrepentirás para el resto de tu vida —aseguró Nick con sequedad—.No permitiré que tomes una decisión tan estúpida.

—¡Atrás, Nick ! La broma ha ido demasiado lejos. No pretenderás mantenerme aquí en contra de mi voluntad. Nocreo que seas de ese tipo...

—Tengo gustos católicos.

—Intelectualmente te encuentro...

—¿Un reto? Cuando hayas descansado lo suficiente tesentirás más dispuesta a amoldarte a las nuevas circunstancias. Ya no estarás más sola.

—¡Me gusta estar sola!

—¡Tienes miedo a darte a ti misma!

—¡No pienso darte nada a ti! - Fue un grito de desesperación.

De repente, sin previa advertencia, las lágrimas le empañaron los ojos y se cubrióla cara con las manos temblorosas.
Un par de fuertes manos la apartaron de la pared en la que estaba apoyada

 —¡No! —gritó con horror.

Las manos la alzaron del suelo y clavó la vista en aquelpar de ojos dorados enmarcados por espesas pestañas como el ébano más largas que las suyas.

— Deja de luchar contra mí.

—Bájame — gimió ella con debilidad.

—Ssshhh — susurró él con suavidad —. La rendición puede ser el placer más dulce para cualquier mujer. Has nacido para doblegarte, no para luchar.

Ella cerró los ojos acuosos sintiéndose demasiado enferma como para luchar.

Dos años atrás se había gastado hasta el último penique en un viaje a Canadá a casa de su tía para escapar de él.
Como una drogadicta, había tenido síntomas de abstinencia como noches de insomnio, pérdida de apetito, cambios de humor y lo que era peor, la temerosa convicción de que tenía una vena de masoquismo igual que la que su martirizada madre había mostrado ante el voluble de su padre.

Nick la estaba llevando en brazos sin ningún esfuerzo aparente.
Sentía el aroma de él tan cerca... limpio, cálido,intensamente masculino.

Nunca habían estado tan cerca antes.
Pero ella se había preguntado muchas veces cómo sesentiría en sus brazos.
Ahora que estaba impotente en ellos,le gustó para su horror.

Le gustó el hecho de que él tomara el mando, le gustó la suave y rica sensación de sus ropas contra su mejilla, la masculina fuerza desnuda de él, el regular latido de su corazón.
Se le escapó un gemido que notenía nada que ver con la migraña.


Un clamor de ansiosas voces femeninas en árabe la recibió cuando la tendieron en la cama.
Una mano fría seposó en su frente. Nick
Una parte de ella deseaba retener el contacto y eso le hizo sentirse peor que nunca.
Él la levantó.

—Bébete esto...

Miley tomó la infusión de hierbas sintiéndose más débil que un gatito y abrió un instante los párpados.
Dos mujeres jóvenes arrodilladas en una alfombra cercana a la cama la miraban con la misma expresión de preocupación y fascinación.
El melodrama había nacido en Arabia, pensó.

—Ahora vendrá el doctor —Nick  le retiró el fiero mechón de rizos de la frente empañada en sudor. Su manono era del todo firme —. Cierra los ojos y relájate.

La tensión te aumentará el dolor.
¿Relajarse?
La asaltó una oleada de angustia.
Nick  la había llevado a su harén.
Aquellas debían ser sus mujeres.Esposas, concubinas.

 Oh, Dios bendito, ¿qué importaba loque fueran?
El seguía siendo un hombre con doscientas mujeres jóvenes y bonitas a sus disposición... regalos de su padre.



1 comentario:

si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥