I will learn to love cap 7

Cuando llegaron al elegante coche con chofer que los esperaba, miró fijamente durante un momento.

—Él se vanagloria de ti como si no existieses por ti misma. ¿No te molesta quete trate como una posesión?

—No.

—Lo suponía —sonrió de un modo encantador ignorando el tono de la voz de Miley — porque eres muy joven y le estás muy agradecida por todo lo que crees que ha hecho por ti.

—Por todo lo que sé que ha hecho por mí.

—Sí, estoy seguro —su expresión se volvió fría y Miley se encogió — Miley , no me tengas miedo —murmuró — No estoy enojado contigo... vamos a ocuparnos de nuestros asuntos. ¿A dónde vamos primero?

Después de dos horas en su compañía, Miley cambió de opinión de Nicholas Jonas.
El también era una locomotora humana que todo lo absorbía y que además tenía una curiosidad infinita.

Sólo pudieron visitar uno de los locales de la lista de Miley .
Revisó la instalación eléctrica, el drenaje, la calefacción y la red de los muros.
Al mismo tiempo le hizo miles de preguntas acerca del alquiler, de los gastos de acondicionamiento de una galería.

—Bastará por hoy —concluyó al fin.

—Me parece una buena idea —miró divertida cómo se sacudía el traje y se limpiaba las manos con un pañuelo.

Le agradaba darse cuenta de que también él podía ensuciarse

— Estoy rendida —añadió sonriente— Creo que tú también.

—Hambriento por lo menos —la llevó de nuevo al coche—.Pomos ir a un lugar tranquilo para hablar.

—Pero no puedo cenar contigo... no esta noche —objetó Miley al recordar las instrucciones de Joel y Thea — Joel quiere que vuelva pronto.

—No lo harás — dijo con amabilidad pero con firmeza— Esta vez quiero que me diviertas, así que Joel tendrá que arreglárselas

—Tienes que llevarme a casa ahora —estaba dispuesta a ser más terca que él—. De lo contrario, Joel se pondrá furioso.

—Lo dudo —la idea pareció divertirlo — Esa es una de las ventajas de tener mucho dinero y de lidiar con personas que quieren una porción del pastel. Haga lo que haga, nunca se oponen.

—Joel sí lo hará. Quiere que vuelva temprano.

—Lo que más quiere es la galería —la contra dijo Nick con una sonrisa.

Apenas le rozó la mejilla, pero la hizo mirarlo a los ojos

— Cariño, podría quedarme contigo durante toda la noche si quisiera—murmuró y Miley sintió un enorme alivio cuando al fin apartó la mano — Y tu adorado Joel no diría ni una palabra.

—Sí... —se mordió un labio—. Yo no puedo decir nada, ¿cierto? Me tienes... nos tienes justo donde quieres y yo no puedo hacer nada para evitarlo. Si continuo negándome, concluirás que no te estoy divirtiendo.

—No, te equivocas. Recuerda que te dije que no tienes por qué tenerme miedo—le sonrió con afecto—. Todo lo que haces, hasta discutir, me parece divertido y ahora me gustaría seguir divirtiéndome. Puedes empezar ahora

la cogió del brazocuando el coche se detuvo frente al restaurante.

—Sabes por qué me resultas tan agradable? —le preguntó él apoyándose en el respaldo de la silla, después de cenar— No hay compromisos contigo. No esperas nada de mí que yo no pueda hacer. Estás enamorada de otro, así que no te enamorarás de mí. No quieres una relación íntima que puede ser muy complicada. Lo mejor de todo es que pronto conoceré tu precio. No habrá regalos que lleven, ¡ni anillo quiera Dios!, a un tipo de relación permanente o al matrimonio.

—¿Eso es lo que suelen esperar de ti las mujeres?

—Casi siempre.

—Qué horror.

—Estoy de acuerdo y por eso me pareces tan refrescante. No te puedes imaginar el alivio que siento al saber que tendremos una relación sin complicaciones.

—¿Aunque tengas que pagar por ello? —Preguntó Miley — ¿Aunque haya dinero mezclado en esto?

—Siempre hay dinero mezclado —repuso con voz inexpresiva — Mucho que me temo que me he acostumbrado a ello. No te preocupes, no diré nada en tu contra. Has sido muy sincera, así que no me ilusiono nada de esto. Además, vales el dinero —parecía distraído.

—¿De verdad? ¿Por qué?

—Porque eres inteligente y pareces tener una increíble habilidad para adaptarte a mis cambios de humor. Por ejemplo, durante la cena.

—No parece que seas el tipo de persona que tenga mal humor—pero recordó la noche anterior, cuando advirtió descontento e inquietud en él —. No, me equivoco —corrigió—, pero no pensaba que durante la cena estuvieras de mal humor.

—Lo estaba