miércoles, 26 de septiembre de 2012

Dama de treboles cap 41




Cerró los ojos y apretó los dientes.
Maldito deseo.
Pese a lo incómodo de la situación, sintió cómo se endurecía su miembro hasta que el dolor resultó insoportable.
Mientras viviera, no podría olvidar la redondez de sus senos erguidos, el delicioso ombligo en el centro de su cintura estrecha, la curva de sus caderas, el vértice de rizos rubios entre sus muslos…

Respiró hondo.
Una vez y otra más, hasta que pudo mirarla de frente.

   —No te ofrezcas como una ramera.

   —Es así como me haces sentir — confesó ella con la voz quebrada — Mi cuerpo es lo único que te interesa de mí. Me odias porque no he sabido darte lo único que a tus ojos tiene algún valor. El resto no vale nada, ¿verdad? Porque no poseo una sangre irlandesa tan pura como la de los Jonas.

   —No es necesario que te ensañes con ellos. Todos están muertos. Vomita todo tu desprecio contra mí porque soy el único que queda vivo —murmuró con un deje amargo.

   —¿A qué estás esperando?

Nick se acercó a ella y le acarició la barbilla.
Bajó la mano mientras le rozaba un pecho con los nudillos, le sostuvo la mirada.
Contuvo el aliento al comprobar cómo el pezón se endurecía con aquel leve roce.

   —No quiero un sacrificio. — Ella giró la cara —. Si alguna vez te entregas a un hombre, hazlo cuando sientas que no hay nada en el mundo más importante que él.

Miley no pudo reaccionar hasta que oyó el portazo.
Cerró las ventanas aterida de frío.
Como pudo, hizo un fardo con toda su ropa, tomó el candil y fue hasta el dormitorio.
 
Cuando se lanzó de bruces sobre la cama, estalló todo el dolor contenido.
El golpeteo irregular de la lluvia en los cristales apenas logró silenciar sus sollozos.

Por primera vez en mucho tiempo, lloró sin ahogar los gemidos.
Golpeó la almohada con los puños mientras su cuerpo se sacudía sin que nada fuera capaz de serenarla.
Derramó mil y una lágrimas.
Porque supo esa noche que el hombre capaz de causarle tanto dolor habla conseguido instalarse a hurtadillas en su corazón.

   Estaba enamorada y era inútil resistirse.



A unas yardas de la casa, con los brazos a los costados bajo el aguacero, Nick recordaba su cuerpo desnudo.
Tan cerca y tan inalcanzable.
Durante años había vivido en soledad.
Lo que necesitó de las mujeres supo cómo conseguirlo.

No era fácil compartir lecho y techo con Miley deseándola tanto.
Porque no codiciaba solo su cuerpo, la deseaba a ella.
Se engañaba a sí mismo.
Sí existía algo más que la compañía y el respeto.
Un sentimiento profundo y desconocido que le arañaba en el centro del pecho cada vez que recordaba sus lágrimas.  

¿Lástima?
¿Compasión, tal vez?
No, no se trataba de eso.

Si duro fue el desprecio de Harriet por no poseer fortuna, mucho más doloroso era sentir que Miley lo rechazaba como hombre.
No confiaba en él.
Lo consideraba capaz de una traición sin siquiera otorgarle el beneficio de la duda.
Un desengaño más que añadir a la larga lista de fracasos que constituía su vida adulta.

Ella llegó junto al emblema del pasado y del presente.
Podía haberlo sido de su futuro juntos.
Pero el shamrock sólo había servido para recordarle que el afecto nos convierte en seres vulnerables.

No era más que un estigma de muerte y abandono, porque todas las personas queridas nos acaban dejando.
Ella también.
Estaba solo y morirla solo.
El último Jonas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥