lunes, 14 de enero de 2013

Dama de treboles cap 76



—Pensaba contártelo mientras cenamos así que por favor ve a lavarte las manos y en cuanto te sientes te daré una explicación.

   —He dicho ahora —recalcó masticando cada palabra.

Miley se giró con mucha calma y le sostuvo la mirada con toda tranquilidad.

   —¿Has ido a la tienda? ¿Te ha informado Harriet? ¡Qué detalle por su parte! Pero la próxima vez que la veas le dices que se meta en sus asuntos porque para informar a mi esposo de lo que hago o dejo de hacer me basto yo misma — replicó sin alzar la voz.

   —No sigas por ahí. Ha sido su madre. Con Harriet no tengo nada qué hablar así que olvídate de ella de una maldita vez — respondió con una mirada fiera de advertencia.

Miley  se sintió miserable por atacarle por ese flanco.
Se habían prometido que el tema estaba cerrado.

   —Siéntate por favor ¿o seguimos hablando de pie? Como prefieras, seguimos de pie — se rindió ante su silencio.

   —Quiero una explicación ahora mismo. Me gustaría saber por qué he tenido que enterarme por otra persona de que actúas a mis espaldas.

   —Jamás he actuado con intención de ocultarte nada. Te he dicho que pensaba contártelo durante la cena y ya sabía cómo ibas a reaccionar porque no sé si sabes que empiezo a conocerte mejor de lo que crees — añadió sin alterarse — Si de algo tengo que disculparme es de no habértelo dicho. Pero de haberlo hecho ¿me habrías dejado ir?

   —Aquí las preguntas las hago yo y no te andes con rodeos — replicó apretando los puños — Mis cuentas en la tienda y el almacén se saldan todos los años cuando se vende el ganado. ¿Qué te hace pensar que podías ir tú y hacerlo?

   —Tome esa decisión porque también son mis cuentas.

   —De tus cuentas y las mías me encargo yo. ¿De dónde has sacado cuarenta dólares?

   —Cuarenta y cinco. La mayor parte me la diste tú el día que me recordaste dónde está la puerta. El resto ha salido de la venta que he ido haciendo al hotel.

Miley  comprendió que la situación estaba empeorando por momentos.
A Nick se le tensaron los músculos de los brazos como no había visto nunca y se acercó a ella con el sigilo de un depredador.

   —Te acabo de decir que las cuentas las pago yo ¿cómo te atreves a utilizar tu dinero para los asuntos del rancho?

   —No era mi dinero me lo diste tú — replicó Miley a punto de perder la paciencia.

   —Escúchame bien — dijo acercándose más a ella — éste es mi rancho y lo llevo a mi manera. Aquí mando yo y se hace lo que yo digo. Eso lo sabe todo el mundo y todos me obedecen sin rechistar pobre del que no lo haga. Así que, en lo sucesivo no te atrevas a hacer algo a espaldas mías ¿te ha quedado claro?

   —Escúchame tú a mí Jonas

 se revolvió como una fiera a menos de una pulgada de su cara

— ésta también es mi casa. No te atrevas a hablarme como a una empleada porque no lo soy. Te guste o no, tus problemas son los míos y tus deudas son las mías. Esta mañana he tomado una decisión y nada ni nadie me va a echar atrás ni siquiera tú.
No quiero tener nada que ver con las Keller y mientras me queden fuerzas los Jonas no vamos a tener ninguna deuda pendiente con esa gente ¡¿entendido?! — afirmó elevando la voz con rabia.

   —Nunca me ha hecho gracia el asunto de las tartas. No necesito que una mujer trabaje para mí — insistió arrastrando las palabras.

   —Cuando te calmes te darás cuenta que no pretendo trabajar para ti sino contigo — concluyó dándole la espalda.

Nick se apoyó en la mesa con las dos manos en un esfuerzo por no dar un golpe.
Rara vez perdía el control pero Miley con su cabezonería demostraba una habilidad extraordinaria para acabar con su paciencia.

Tras unos segundos se irguió y dándole la espalda se dispuso a marcharse.

 —¿No piensas cenar? — le preguntó Miley con frialdad.

   —Se me ha ido el hambre — respondió desde la puerta.

   —Más tarde tengo que ir a casa de Emma por el vestido nuevo — trató de retenerlo.

   Le dolía que se marchase sin solucionar la discusión.

   —Ve con ellos. Nos veremos en el baile — le respondió saliendo por la puerta.

   —¡Nick! — gritó y logró que él se quedara clavado sin girarse — Una cosa más. Lamento haber comentado lo de Harriet ha sido mezquino por mi parte y no estoy orgullosa de ello. Te prometo que no volverá a suceder.

Él no se volvió siquiera para despedirse y Miley no pudo ver que su rostro se relajó por una décima de segundo al oír la disculpa.

Cuando se quedó sola los ojos se le inundaron de lágrimas pero se prohibió derramar ni una :
no iba a darle el gusto a ese terco irlandés que tenía por marido.

El problema es que ambos eran igual de obstinados y tendrían que acostumbrarse a vivir con ello.
Se entristeció pensando en los maravillosos momentos que habían compartido hasta esa misma tarde.

Justo habían tenido que discutir cuando faltaban pocas horas para el baile.
Rogó con todas sus fuerzas que las cosas entre ellos se calmaran antes de la noche.

Por lo menos le había dicho que se verían allí eso le dio esperanzas.

Durante el camino de vuelta a los pastos a Nick le sobró tiempo para disipar el enfado y reflexionar sobre lo ocurrido.

Continuaba furioso pero hubo de reconocer que, de haberle comentado sus planes habría puesto el grito en el cielo.
Recordó su nobleza al disculparse por un comentario injusto.
Obstinada y noble.
¿Tendría sangre irlandesa y no lo sabía?

Jamás la había visto así.
Sabía cómo era Miley cuando se enojaba porque tuvo ocasión de comprobarlo la horrible noche de la lluvia.
Pero esta vez era diferente.
«Jonas» lo había llamado Jonas de hombre a hombre.

Tuvo que reconocer que parte de su crispación era fruto de la contención de las últimas noches.
Se lo debía después de haberse comportado la primera noche como un patán insensible.

Pero tantos abrazos tiernos besos y caricias sutiles lo estaban volviendo loco.
Para colmo su tímida y dócil resultaba seductora aquellas explosiones de carácter la hacían mucho más provocativa y deseable.

No veía el momento de saborear el placer de verse atacado por esa fiera salvaje que tenía como esposa.

Lo necesitaba cuanto antes y deleitándose en la idea, pensó con una sonrisa golosa que el sitio perfecto para domesticarla sería su propia cama.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥