domingo, 27 de enero de 2013

A merced del griego cap 30


 -HOLA ¿qué te trae por aquí?

Miley se apartó para dejar pasar a Nick .

-De manera que éste es tu nuevo apartamento -dijo él mirando a su alrededor.

-Te gusta? Es bastante pequeño pero está en una buena zona de Londres. Aún no he terminado de decorarlo. Sólo he colgado un par de mis dibujos.

-Los he reconocido

Aquellos dibujos también habían colgado de las paredes del piso de Nick que se irritaba cada vez que veía el espacio vacío.

Evidentemente se había acostumbrado a verlos allí... lo que venía a demostrar lo malo que podía ser acostumbrarse a algo.
Se asomó al dormitorio al baño y a la cocina antes de volverse de nuevo hacia Miley que estaba de pie junto al sofá.

Como había imaginado su uniforme de prendas sin forma había quedado descartado a favor de unos vaqueros y una camiseta que hacía imposible no fijarse en sus pechos.

¡Menos mal que se había sentido lo suficientemente magnánimo como para decidir ayudarla y como amigo que aún se consideraba de ella advertirle sobre los peligros del sexo opuesto!

Nick sintió un brote de satisfacción por lo desinteresado de su actitud.

-No está mal -dijo- El apartamento es pequeño pero no es el típico cuchitril en que son capaces de meterse la mayoría de los solteros.

-Yo no viviría en un cuchitril - protestó Miley que se ruborizó al recordar el piso que compartía antes de trasladarse a vivir con Nick - Al menos ahora - corrigió - ¿Te apetece beber algo? ¿Té? ¿Café?

-No tienes whisky?

-Sabes que no bebo whisky

Por lo visto Nick no había ido a verla para arrojarse en sus brazos y decirle que había sido un estúpido por no haberse dado cuenta de cuánto la necesitaba y Miley empezó a tener dudas sobre el motivo de su visita.

- vino?

-Sí tengo vino. Ayer tomé un vaso y el resto de la botella está en la nevera.

Miley fue a la cocina mientras Nick se preguntaba con quién habría compartido el vino.

Miley no tenía por costumbre beber sola lo que significaba que debía haber compartido el vino con alguien y la única persona que surgió en la suspicaz mente de Nick fue el oportunista con que la había visto en el club hacía unos días.

Su hostilidad afloró al instante pero la reprimió rápidamente al recordar su generosa misión de aquella noche.

-Has comido? -preguntó Miley por encima del hombro.

-No hace falta que te molestes por mí pero no no he comido. He venido aquí directo del trabajo.

-Yo tampoco he comido

Miley sonrió culpablemente consciente de que no debería estar disfrutando de la compañía de Nick de que estuviera en su piso.
Beth se subiría por las paredes si llegara a enterarse

-He pasado el día recopilando mi carpeta de trabajos para mi nuevo trabajo. Ya los vieron en la entrevista pero voy a llevarlos de todos modos para que mi jefe sepa lo que soy capaz de hacer. Beth dice que eso es lo que hay que hacer asegurarse desde el principio que sepan que tengo potencial para trabajar en lo que quiero. La gente no sabe de qué eres capaz a no ser que hagas sonar la trompeta.

Nick tomó el vaso de vino que le ofreció Miley .

-Tu amiga Beth para ejercer una gran influencia sobre ti - comentó - Si vas a cocinar algo para ti puedo compartirlo. Hoy no tengo ninguna prisa.

Miley se moría por preguntarle qué había pasado con Michelle.
Si eran una pareja era extraño que no fueran a pasar la tarde juntos.

-Iba a prepararme algo de pasta.

-Háblame de tu trabajo.

-Te apetece un poco de pasta?

-Por qué no?

-No quiero presionarte para que la tomes - dijo Miley con un desacostumbrado brote de rebelión- La salsa va a ser de lata y sé que no te gusta nada que esté enlatado.

Nick frunció el ceño.

-Simplemente porque lo que se cocina en casa suele ser más saludable y más sabroso. La comida enlatada está cargada de conservantes.

-Y por supuesto tú siempre has podido permitirte el lujo de no comer nada enlatado...

-No he venido aquí para mantener una inútil discusión contigo sobre las ventajas y las desventajas de comida enlatada - dijo Nick que tuvo que esforzarse para controlar su irritación- Ibas a hablarme de tu trabajo

Nick se levantó para servirse más vino y rozó a Miley al pasar junto a ella.

Distraída por el breve contacto físico Miley olvidó preguntarle por qué había ido a verla ya que lo había mencionado y se encontró contándole cómo había conseguido el trabajo.

Mientras charlaba y como concesión al desagrado que Nick sentía por las latas troceó unos tomates para añadirlos a la salsa.
Le añadió unas hojas de albahaca y un poco de ajo para darle más sabor.

El resultado final parecía totalmente casero y sirvió una generosa cantidad de salsa con los tallarines.

-Muy saludable - dijo Nick mirándola con aprecio - ¿Se trata de una nueva dieta a juego con tu nueva vida? Has perdido peso.

Miley estaba orgullosa de su logro.
No pensaba revelarle que su tristeza había aplacado su apetito y que en el proceso había sucedido algo extraño pero maravilloso: había perdido la ansiedad por comer cosas dulces.

De manera que asintió y miró a Nick por encima del borde de su vaso de vino.

-No esperaba que fueras a notarlo - dijo satisfecha - Pero sospecho que nunca voy a ser un palillo. Aparte de mi cintura y mi estómago lo demás sigue como antes.

-Ya lo he notado. Tus pechos parecen tan suculentos como siempre.

Miley se ruborizó y trató de no pensar que aquel cumplido pudiera ser indicio de algo.
Pero no pudo evitar que sus esperanzas crecieran.

-No tienes que hacerme cumplidos sólo porque te haya preparado la cena. Además tienes una novia y estoy segura de que no le haría ninguna gracia ente rarse de que estás sentado en mi cocina haciendo halagos a mi figura.

-Yo no llamaría a Michelle mi novia. Es una mujer con la que he salido en un par de ocasiones nada más.

-Qué ha sucedido? ¿Se ha vuelto demasiado posesiva?

-De momento tengo demasiado trabajo como para dedicarme a cortejar a una mujer - dijo Nick cuyo plan no consistía precisamente en hablar sobre su vida amorosa.

Miley movió la cabeza en un gesto admonitorio.

-Demasiado trabajo y nada de diversión...

Nick sintió una irritación inexplicable pero su poderosa lógica le hizo comprender enseguida por qué.
Durante el tiempo que Miley había convivido con él escuchando y obedeciendo dócilmente nunca lo había cuestionado en aquel tono.

Era evidente que había salido del capullo al que él se había acostumbrado y estaba manifestando opiniones que iban más allá de lo aceptable.

-Más consejos marca Beth? - preguntó con suavidad y como había sospechado Miley se ruborizó intensamente.

El no conocía a su amiga aunque había oído hablar frecuentemente de ella.. normalmente en relación con algún ridículo tema feminista.

Evidentemente Miley se estaba dejando arrastrar por una oleada de «poder femenino» que nada tenía que ver con ella.

Lo que demostraba lo crédula que era y hasta qué punto necesitaba que alguien la apartara de los posibles peligros que la acechaban.

¿Y quién iba a hacerlo si no?
Desde luego no su liberal amiga que probablemente odiaba a los hombres.

-Beth tiene mucha experiencia - dijo Miley a la defensiva - Tiene contacto con toda clase de gente en los tribunales y es lógico que haya desarrollado una duro caparazón. Ella no se deja camelar así como así.

-Que es lo que te sucedió a ti ¿no?

El enfado de Nick con la ausente pero influyente amiga de Miley no hacía más que aumentar.
Al ver el testarudo silencio en que se mantenía Miley su expresión se endureció.

-No creo que nadie te pusiera una pistola en la cabeza para que trabajaras para mí. De hecho yo ni siquiera tenía necesidad de ofrecerte ese trabajo un trabajo muy generosamente pagado por cierto. Pero siempre podrías haberlo rechazado.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥