martes, 8 de enero de 2013

Dama de treboles cap 74



—¿Qué harías si pudieses retroceder al 21 de junio?

   —Ese es tu problema Miley miras demasiado hacia atrás — le reprochó recorriendo el óvalo de su cara con un dedo — He perdido un tiempo precioso compadeciéndome de mí mismo. Pero ¿cómo voy a mirar hacia el futuro si tú te empeñas en lo contrario?

   —Respóndeme por favor. Para mí es importante.

   —Pondría todos mis esfuerzos en seducir a la única mujer que me interesa en conquistarla para mí y luego le pediría que fuese mi esposa — confesó mientras le acariciaba el pelo — Me ganaría su confianza y sobre todo intentaría comprenderla.

   —Ella te diría que sí sin dudarlo — interrumpió con la voz entrecortada.

   —No podemos volver atrás pero tengo toda una vida para convencerte de que soy digno de ti.

   —En mi presencia nadie habla mal de ti —le advirtió con seriedad— Ni a ti te lo consiento.

La besó con tanta ternura que a Miley se le llenaron los ojos de lágrimas.

Él notó que ambos rondaban el precipicio del derrumbe emocional y lo que más deseaba era verla feliz.
Le acarició la cintura provocándole cosquillas que la hicieron reír y cuando lo miró con la felicidad reflejada en los ojos supo cuánto necesitaba mirarse en ellos.

   —¿Hazme un favor quieres? —le pidió suplicante—. Cambia de postura.

Miley se miró el escote tal como estaba tumbada la camisa se le abría mostrando los senos casi por entero.
Lo miró y comprobó que él no apartaba la vista.

   — Si sigues enseñándome eso — entrecerró los ojos y le tomó la mano para que palpase su erección — esto de aquí no va a disminuir nunca.

Abrió mucho los ojos impactada más por el tamaño que aquello podía llegar a adquirir que por el atrevimiento de él.
Pero se acercó a su boca y lo besó con una seducción muy lenta.

Nick supuso que apartaría la mano como si quemase por lo que se quedó turbado al sentir cómo lo acariciaba por encima del pantalón.

Miley se separó de él con una sonrisa satisfecha.

   —¿Te apetece comer? — preguntó pensando en la cesta de la comida.

La atrapó por la nuca y la besó con ardor.
Miley habría deseado prolongar aquellas caricias pero al ver que él no pensaba seguir decidió cambiar de postura.

   —No me has contestado. ¿Quieres que comamos?

   —Que comamos… Tú no sabes lo lasciva que resultas con esa inocencia.

La miró con avidez.

   —No te entiendo.

   —Ya te enseñaré pero poco a poco. Una cosa detrás de otra — añadió sutil.

   —Voy a por la cesta — dijo poniéndose en pie.

Nick se sentó apoyando la espalda en un árbol.

Miley acarició al caballo en el cuello y volvió con la comida en la mano.
Se sentó a su lado con las piernas cruzadas y destapó la cesta curiosa por ver qué les habría preparado Emma.

Tomó un muslo de pollo y le indicó a Nick con la mano que escogiese a su gusto.
Él tomó un emparedado que comió en silencio hasta darle fin.

   —Estás muy guapa con ese vestido… ¿o debo decir tu pareja de baile? — comentó burlón.

   —No te burles cada día lo hago mejor. Y en cuanto al vestido no se para qué tanto esfuerzo.

   —¿Cómo que para qué? Para que te vea yo.

   —Las mujeres no lucimos la ropa para los hombres lo hacemos para despertar la envidia de otras mujeres — sentenció convencida.

   —¿Quién te ha dicho eso?

   —Emma.

   —Vaya con mi hermana. ¿Te ha enseñado más cosas? — preguntó suspicaz pero de pronto se arrepintió — Deja no me lo cuentes no quiero saber nada. No me hago a la idea de mi hermana y Matt liados en ese tipo de asuntos.

Ella se echo a reír pero al ver su cara decidió no continuar.
Ese tipo de reacciones en él la divertían como su extraña renuencia a mostrarse con lentes.

Una vez satisfechos Miley se levantó para volver al agua.
Mientras se lavaba las manos en la orilla lo oyó acercarse a su espalda.

   —Ni te atrevas — le advirtió sin girarse.

Miley la alzó por la cintura y sin darle tiempo a reaccionar la giró para tenerla de frente.
Vio en sus ojos una mezcla entre sorpresa y deseo.

   —Pensabas que iba a lanzarte al agua. ¿No confías en mí? —preguntó acariciándola con la mirada.

   —Más de lo que crees.

A Nick le gustó aquella respuesta.
La tomó de la mano y la hizo seguirle.

   —Quiero enseñarte una cosa.

La llevó por la orilla cuajada de cañas de abrojo y rodearon el remanso hacia la derecha.
Nick paró un poco más adelante.

   —¿Sabes qué es?

   —Mninatakapi — sonrió por lo evidente del enigma — una presa de castores.

   —A veces olvido dónde te criaste. Debiste contármelo todo me hubiese ayudado a entenderte mejor.

   —Lo sé pero durante ocho años me obligaron a ocultarlo. Pensé que me rechazarías.

   —Entre ellos ¿alguna vez te sentiste rechazada?

   —Jamás. Tú no conociste a mi padre. Era respetado por todos y él nunca lo hubiese permitido.

   —¿Era jefe?

   —No los jefes lakotas suelen ser hombres jóvenes. Pero fue un gran guerrero.

   —Gracias a ese gran guerrero yo tengo una hermosa mujer de pelo amarillo.

   Miley sonrió al ver que él no lo había olvidado.


3 comentarios:

  1. Mayiiii.... los amo tanto tanto a Niley...
    ahora son tiernos y cada vez me sonrío
    más y más con esta nove...
    de verdad me gusta muchísimo
    no imaginas.
    siguela prontiiito
    te quiero
    xoxoxo

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si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥