domingo, 27 de enero de 2013

A merced del griego cap 32



-Scott no es ningún depredador.

-Cómo lo sabes? El modo en que ibas vestida en cl club era una auténtica invitación para cualquier hombre sin compromiso. Te estoy diciendo esto por tu propio bien Miley .

-Has venido a sermonearme? ¿Acaso crees que no soy lo suficientemente adulta como para cuidar de mí misma?

Miley se levantó y alargó una mano para que Nick le entregara su taza

- Creo que es hora de que te vayas. No deberías haber venido aquí. ¡No tienes derecho a venir a mi apartamento a tratarme como a una cría!

-Cálmate. Empiezas a parecer un poco histérica.

Miley rió histéricamente y al retirar la taza de manos de Nick parte de su contenido se derramó sobre los pantalones de éste.

Lo único que lamentó fue que el café se hubiera enfriado aunque Nick se levantó de un salto.

-Y no pienso ofrecerme a lavarte los pantalones! - exclamó - ¡Te lo mereces!

Aunque no lo manifestó Nick Miley estaba sorprendido por la muestra de genio de Miley.

 ¿Dónde estaba la jovencita calmada atenta y alegre?

-¿Por qué? ¿Por haber sido lo suficientemente decente como para pensar en protegerte? - espeto Nick .

A pesar de su enfado Miley se contuvo de gritarle que la única persona de la que necesitaba protección era de él... y sólo porque había sido lo suficientemente idiota como para enamorarse de él.
Respiró profundamente para tratar de calmarse

-Ha sido todo un detalle por tu parte - dijo en tono gélido - Me disculpo por haberte arrojado el café encima pero no pienso pagar el recibo de la lavandería.

-Al diablo con los malditos pantalones! - explotó Nick que se acercó hasta una pared y se apoyó en ella con los brazos cruzado s- ¡Me da igual si tengo que tirarlos! ¡Me gritas como una loca cuando soy yo el que debería sentirse ofendido! ¡Me has arrojado a la cara mis buenas intenciones!

Miley volvió a respirar profundamente unas cuantas veces.

-Puedo cuidar de mí misma -se cruzó de brazos en un gesto de autoprotección y notó que Nick la miraba atentamente.

-Un consejo: vigila lo que te pones y asegúrate de no exhibirte como lo estabas haciendo hace unos momentos.

-Lo recordaré. Gracias.

La repentina docilidad de Miley irritó a Nick que la miró con los ojos entrecerrados.
Tal vez estaba tratando de cerrar la verja después de que el caballo ya había huido.

De pronto sintió la imperiosa necesidad de saber si Miley se había acostado con su cita pero no podía achacar aquel interés a su afán por protegerla.

Se acercó lentamente hasta el sillón que ocupaba Miley y se inclinó hacia ella a la vez que apoyaba las manos en los reposabrazos.

Miley sintió que su corazón se desbocaba a causa de la cercanía de Nick y redobló sus intentos de calmarse a base de profundas respiraciones.

-Y lo recordaste cuando saliste con tu cita? ¿0 imaginaste inocentemente que te estaba hablando a ti y no a tus tetas?

-No te atrevas a insultarme así - dijo Miley aunque su tono careció de convicción pues no podía evitar sentirse hipnotizada por la mirada de los magníficos ojos de Nick .

-Acaso pretendes decirme que ese tipo no logró ponerte las manos encima?

-Lo que te estoy diciendo es que eso no es asunto tuyo. Lo cierto es que Scott es un tipo encantador. Me respeta... ¡que es algo más de lo que puedo decir sobre ti!

Nick hizo un sonido despectivo y Miley lo miró con frialdad.

-Scott nunca «hablaría a mis tetas»... que por cierto es una expresión realmente repugnante. Supongo que piensas que es un pelele pero no lo es. ¡Y él nunca me hablaría con desdén!

Mientras contemplaba la expresión de Miley una nueva emoción se sumó a la hiperactiva mente de Nick .

No supo definir de qué se trataba pero no le gustó.

Empezaba a lamentar profundamente el generoso impulso que lo había llevado a visitarla.
Debería haber dejado que se sumergiera en la noche de Londres para luego esperar a que volviera arrastrándose a él.

Naturalmente no lo habría encontrado esperándola pero habría aprendido una importante lección.
Miley seguía mirándolo con expresión tozudamente cauta y con un suave gruñido Nick inclinó la cabeza y la besó.

Sorprendida Miley cedió por unos momentos al placer que sólo los labios de Nick podían ofrecerle y sintió que su cuerpo se encendía pero cuando la realidad se impuso unos segundos después lo apartó de su lado de un empujón.

-Acaso pretendes mostrarme de primera mano la clase de hombre que debo evitar? -preguntó con voz temblorosa.

Se sentía agredida... y terriblemente excitada.

¿Cómo podía traicionarla su cuerpo de aquel modo?

Nick se apartó de ella.

-Tal vez trataba de mostrarte que conformarte con un segundón después de haber estado conmigo no ha sido buena idea.

-Puede que yo no quiera ser la segundona! -espetó Miley trémula- ¡Puede que quiera ser la primera para alguien! ¿Qué tiene eso de malo?

Por primera vez desde que lo conocía Miley vio que Nick se había quedado sin saber qué decir.
A continuación sin pronunciar palabra giró sobre sus talones y salió del apartamento.

Cuando la puerta se cerró a sus espaldas Miley rompió a llorar desconsoladamente.

Miley estaba dormida cuando sonó el teléfono.
Aturdida alargó la mano hacia la mesilla y descolgó el auricular.

-Soy yo -dijo Nick desde el otro lado de la línea.

Desorientada Miley se sentó en la cama y miró el reloj.
Estaban a punto de dar las doce.

¡Hacía apenas dos horas que Nick se había ido de allí!
Conmocionada necesitó varios segundos para darse cuenta de que le estaba diciendo algo.

-Cómo has conseguido mi teléfono?

-Has escuchado algo de lo que te he dicho? -Nick volvió la mirada e hizo una mueca a la persona con la que estaba, que observaba con gran interés todo lo que la rodeaba- Tu número estaba en un cuaderno que había junto al teléfono y lo he anotado... afortunadamente.

-Sabes qué hora es?

Nick reprimió un gemido.

Había llegado a casa de un humor de perros y había tratado de superarlo trabajando un rato con su ordenador pero ni siquiera los retos de su último acuerdo comercial habían podido aplacarlo.

Acostumbrado a tenerlo todo bajo control no lograba asimilar la falta de control que sentía desde que Miley se había ido de su casa.

Había pasado aquellas semanas diciéndose que era lo mejor que podía haber pasado y había supuesto que las cosas volverían a la normalidad en poco tiempo... aunque no pudiera evitar pensar en ella de vez en cuando.

Al notar que pensaba en ella más de lo que había anticipado se dijo que se debía a que Miley había sido algo más que uno de sus habituales ligues.

A fin de cuentas ¿no había trabajado para él y había compartido su casa durante más de un año?

Habría sido inhumano si no hubiera sentido algo de añoranza al perder su compañía.

Pero toda su capacidad de razonamiento se había ido por la ventana al verla con otro hombre.

Había reaccionado con una furia que lo había dejado perplejo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥