sábado, 5 de enero de 2013

A merced del griego cap 29


La sangre de Nick no dejó de hervir durante el resto de la velada. 

La mujer con la que estaba era todo lo que un hombre podía desear : 
preciosa atenta dispuesta... y no muy lista. 

Sin embargo se sentía muy irritado con ella, y más aún consigo mismo porque no parecía poder dejar de mirar en dirección a Miley que parecía estar pasándolo en grande con su amigo rubio. 

En cuanto vio que se iban se volvió hacia Mitchelle.

-Nos vamos. 

Ella pareció inicialmente sorprendida pero enseguida sonrió seductoramente.

-A tu apartamento o al mío?

-Al tuyo 

Nick pensó que las cosas debían ir muy mal si no lograba sentirse estimulado ante la perspectiva de meterse en la cama con aquella preciosidad

-Pero esta noche no va a haber sexo. Lo siento cariño.

Necesitaba volver a su piso para despejar su mente. 
No habiendo sufrido nunca el poder de los celos no fue capaz de reconocer lo que le pasaba. 

En lugar de ello dirigió la fuerza de éstos contra sí mismo y lamentó haber perdido el tiempo con la mujer que ocupaba en aquellos momentos su mente.

Apenas escuchó las protestas de Mitchelle mientras la dejaba ante el bloque en que estaba su piso.

-Estaremos en contacto -se limitó a decir consciente de que se estaba portando con ella como un canalla. 

Apenas le había dirigido la palabra en toda la tarde y cuando lo había hecho había sido con una completa falta de interés

- Lo siento - añadió en tono culpable - Esta noche no he sido yo mismo. El trabajo ya sabes... 

dejó que aquella generalización justificara su actitud y vio que la expresión decepcionada de Mitchelle adquiría un matiz de esperanza

-Y las siguientes semanas voy a estar terriblemente ocupado - añadió para frustrar cualquier tentación por parte de Mitchelle de volver a quedar con él en el futuro. 

Lo que necesitaba era apartarse del sexo opuesto. 
Sólo daba problemas.

Aquello fue lo que siguió repitiéndose durante los siguientes días mientras caminaba por sus oficinas hecho un basilisco apenas consciente de que sus empleados trataban por todos los medios de no cruzarse en su camino.

Averiguar las señas de Miley sirvió en parte para aplacar su mal humor aunque trató de auto convencerse de que lo único que pretendía era saber cómo estaba. 

A pesar de su nuevo y sofisticado aspecto Miley era una chica vulnerable e inocente, predispuesta a ser atrapada por cualquier descerebrado dispuesto a tomar lo que parecía estar en oferta
.
Pensó en sus exuberantes pechos siendo paseados por Londres mientras todos los hombres con dos ojos los miraban y en lo que Miley ajena al efecto que ejercía sobre ellos haría si uno de aquellos mirones decidía que no se conformaba con mirar. 

¿Se lo quitaría de encima con su astucia callejera? ¡Ja!

Cuatro horas después de haber conseguido las señas Nick detenía su coche ante el bloque de apartamentos. 
Apagó el motor y se tomó unos momentos para pensar.

Por unos instantes se preguntó qué diablos estaba haciendo allí sobre todo teniendo en cuenta que eran más de las nueve de la noche. 

Pero entonces recordó cuál era su deber: dar algún consejo razonable a una mujer que conocía... que había conocido íntimamente. 

Aunque su relación hubiera acabado como ser humano se sentía obligado a aconsejarla. 
No podía permitir que su inocencia fuera su perdición.

Un instante después salía del coche y se dirigía con paso firme hacia el portal, donde pulsó el número del piso de Miley .

-Sí? -contestó un momento después Miley a través del intercomunicador.

-Miley ? 

Escuchar la grave voz de Nick supuso toda una conmoción para Miley . 

Aún no se había recuperado de su encuentro en el club de jazz. 
Se sintió como si acabara de quedarse sin aire y tuvo que sentarse en la silla más cercana.

-Sí?

-Tenemos que hablar.

-De qué?

-De nada que pueda decirse a través de un portero automático. Déjame entrar. 

Miley presionó el botón mientras su mente se llenaba de mil pensamientos. 
Nick había ido a verla. 

No había esperado que lo hiciera pero allí estaba lo que significaba que su encuentro en el club había servido para hacerle recordar lo que había perdido. 

¿Acaso no se había dedicado a demostrarle cómo lo excitaba mientras la pobre chica con la que estaba esperaba en un rincón?

La frágil capa de compostura y seguridad en sí misma con que había logrado hacerse durante aquellos días se esfumó en un santiamén.

Cuando oyó que llamaban a la puerta su corazón cantó. 
Y cuando la abrió estaba sonriendo. 



1 comentario:

  1. ohhhhhhhhhhhh
    tengo musica de fondo
    y es musica triste
    esto es el destino


    ehhh
    hahahaa
    Ahora que?, Mayi no me podes dejar con esta terrible incertidumbre



    :l


    te quiero
    besos
    abrazos
    amor
    y pd
    subi pronto
    o te voy a ahorcar.

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si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥