wife by accident cap 22

Demi esperó en cubierta.

Joe volvió veinte minutos más tarde jugueteando con un llavero en la mano.

No parecía especialmente animado ante la perspectiva de recorrer la isla en compañía de Demi.
Su expresión era muy seria.

—No tenemos por qué ir — dijo ella nerviosa — Si has cambiado de opinión no me importa nada pasar el día en la playa.

—Estoy seguro de ello — dijo él.

Evidentemente enfadado aunque Demi no entendía exactamente por qué

—Estoy seguro de que preferirías mil veces estar con los demás a verte forzada a soportar mi compañía pero lo siento

se encaminó hacia el viejo coche azul que había alquilado y abrió la puerta de pasajeros para que Demi entrara.
—¿Has traído un mapa? — preguntó ella cuando él se sentó tras elvolante — Lo cierto es que esto no me parece buena idea — dijo antes de que arrancara.

—Es una idea estupenda — replicó él casi con agresividad — En respuesta a tu pregunta no he traído ningún mapa. He decidido que tomaremos la carretera del interior y nos arriesgaremos a ver qué pasa.

Demi no dijo nada.
No le hacía gracia la idea de perderse con él en algún lugar a lo largo del camino pero tampoco quería discutir.

—¿Te ha comido la lengua el gato? — preguntó Joe mientras ponía el coche en marcha — ¿O te has quedado muda pensando en la aventura que nos aguarda? — rió secamente .

Demi permaneció callada.
Podía manejar sus nervios pero había algo en la actitud de Joe que la inquietaba.

¿Qué aventura los aguardaba?

No lo sabía y sospechaba qu eno le apetecía mucho averiguarlo.
Demi miró por la ventanilla.

El coche no llevaba aire acondicionado y el calor le hacía sentirse casi pegada al asiento.
Joe parecía de muy mal humor y se preguntó por qué se habría molestado en invitarla a dar aquel paseo sobre todo sabiendo que ella no quería ir.
Y tampoco sabía cómo romper el silencio.

Nunca había sido buena para ponerse a charlar sobre nada en particular y además la taciturna expresión de Joe no la animaba a hacerlo.

Al menos él parecía saber a dónde se dirigían incluso sin la ayuda de un mapa.
Había estado allí antes.

¿Quién sabía?
Tal vez había llevado por aquel mismo camino a otra mujer alguna pobre mujer que habría quedado relegada al pasado.

Apartó la mirada sintiendo que se le encogía el estómago y dirigió la atención al exterior del coche.
Habían dejado atrás la costa y se dirigían hacia el centro de la isla por una carretera empinada y llena de curvas.

Demi dejó de pensar en Joe y prestó atención al paisaje.
Tras una dieta de quince días de arena y mar no estaba preparada para la salvaje exuberancia de la vegetación que los rodeaba por todas partes.

Olvidó que Joe estaba de mal humor y que ella estaba hecha un manojo de nervios y empezó a hablar sobre la inmensa variedad de plantas y flores que veía.

—A mi padre le habría encantado esto — dijo — Se habría vuelto loco. Ya estaría por ahí saltando, diseccionando plantas y buscando gusanos. Solía traer a casa toda clase de insectos y plantas para enseñárnoslas a mí y a mamá. ¿Sabes que yo podía dibujar el diagrama del corte transversal de una hoja incluso antes de aprender a leer? — rió sin mirar a Joe

— Lo cierto es que no ha demostrado ser un talento muy útil —volvió a reír y esa vez se volvió a mirarlo.

No parecía tan serio como hacía un rato pero aún había algo inquietante en su expresión.
Demi volvió a prestar su atención a la vegetación.


Ocasionalmente pasaban junto a alguna casa aislada primitiva y pintoresca y más ocasionalmente aún se cruzaban con alguna persona que los miraba con silenciosa curiosidad.

—Debería haber traído algún libro de botánica para identificar más especies — dijo al cabo de un rato

—Todo resulta tan ordenado y previsible en el lugar en que trabajo… Incluso las plantas más exóticas omo las orquídeas parecen carecer de vida si las comparas con las quecrecen aquí. ¿Te estoy aburriendo? — lanzó una ansiosa mirada a Joe y éste sonrió.

—¿Quieres que pare para que puedas mirar de cerca todo?

—¿No te importaría hacerlo?

De manera que Demi bajó exploró con detenimiento los alrededores y arrancó algunas flores del borde del camino antes de volver al coche.