martes, 25 de diciembre de 2012

Dama de treboles cap 66



   Nick todavía asombrado decidió averiguar si todo iba bien con el tono más suave que encontró.

   — Miley  ¿hay algún problema?

   — No creo va muy rápido, eso es todo. Y Gideon me pone nerviosa porque parece que esté presenciando una agonía. En cuanto entremos Joseph y yo le diré que salga aquí contigo. Tú vigila el agua y de paso vigílalo a él.

   —Pero Joseph solo tiene diecisiete años — alegó — y a Doreen no creo que le apetezca verlo ahí dentro. ¿No será mejor que te ayude yo?

   —De ningún modo —se negó ante semejante idea — A ojos de Doreen tú eres un hombre y Joseph, solo un chiquillo.

   —Entiendo — cedió — Pero si el parto se complica, no dudes en llamarme. Me trae sin cuidado el pudor que pueda sentir Doreen, lo importante es sacar adelante a ese niño.

   —Tranquilo de momento sigue su curso y el chico no va a ver nada. Se limitará a sentarse a su lado darle la mano y secarle el sudor. Lo que tendría que estar haciendo su marido. Pero a él no lo quiero en la habitación. No tengo ganas de tener que atenderlo si se desmaya — lo tranquilizó mientras se secaba las manos — Necesito un cuchillo que corte muy bien lo desinfectas con lo que encuentres. Ah y consígueme también un carrete de hilo.

   —Doreen tiene mucha suerte de que estés aquí — dijo besándola en la mejilla — Venga no la hagáis esperar más.

Miley respiró hondo y entró en el dormitorio seguida de Joseph que en su vida había estado más cohibido.
Al entrar cerró la puerta tras ellos.
Al momento salió Gideon con cara de funeral y se puso a pasear arriba y abajo.

Nick se acercó a él le dio un par de palmadas en la espalda y fue a controlar el agua.
Una vez comprobó que hervía la apartó del fuego.
En el silencio solo se oía un tintineo de espuelas.

Buscó un cuchillo en la cocina y lo desinfectó con algo de whisky.
Gideon le entregó un carrete de hilo que sacó de un costurero.

Y sin poder hacer otra cosa se sentó a esperar en un sillón junto a la chimenea.

   —¿Y este sillón? — preguntó tratando de distraer a Gideon.

   —Era del padre de Doreen — contestó lacónico.

   De pronto Joseph salió pidiendo el cuchillo y el hilo haciendo que Nick saltase del asiento.

   —¡Pero vuelve rápido! — gritó Miley desde la habitación haciendo que el chico se estremeciese encogiendo los hombros.

Como un rayo tomó ambas cosas y regresó a toda prisa.
Dentro se oyó un grito más fuerte que los anteriores junto a las voces de Miley y Joseph.
De pronto hubo unos segundos de tenso silencio y un llanto inconfundible.

Nick cerró los ojos.
Aquellos lloros sonaban a música celestial.
Se incorporó y fue a estrechar la mano al feliz padre que tenía el aspecto de ir a desplomarse en cualquier momento.

Instantes después salió Joseph con una sonrisa de oreja a oreja buscando el agua para asear al bebé y a la madre.

Mientras templaba el agua hervida con un poco de agua fría se le veía tan orgulloso como si el mérito fuese todo suyo.

Minutos después salió Miley con un pequeño bulto en los brazos envuelto en una mantita de franela.
Se dirigió hacia Gideon y destapó la carita del bebé.

   —Es un niño.

   Gideon le acarició la mejilla sin atreverse a rozarlo apenas.

   —Gideon McRae Jr. — murmuró enternecido.

La tensión de Miley se evaporó al ver tanta ternura en sus ojos.
Se plantó frente a Nick y con decisión le colocó al niño en los brazos.

   —Vamos — rogó — Tu esposa te espera.

Gideon asintió con cara de susto y se apresuró hacia el dormitorio.
Miley entró tras él lo vio abrazarse a ella y perpleja comprobó que era Doreen la que lo consolaba a él con dulces palabras.

Nick se había quedado paralizado en medio de la cocina con aquel diminuto ser en brazos.
Había cogido a todos sus sobrinos en numerosas ocasiones pero era la primera vez en su vida que sostenía a un recién nacido.

Con lentitud como si temiera que se le fuese a caer al suelo se dirigió hacia el sillón y se sentó muy despacio.
Destapó un poco la manta el niño estaba arrugado tenía la cabeza cubierta por una rala pelusa cobriza y abría la boquita como si quisiera bostezar.

Joseph iba de un lado a otro de la cocina sin parar de hablar de lo emocionante que había sido ver nacer a un ser humano.
Pero Nick no lo escuchaba.

Estaba aturdido por una emoción nueva para él; sin saber por qué tenía un regusto salado en el paladar y un nudo le constreñía la garganta.

Instantes después salió Miley con un fardo de ropa blanca que colocó en un rincón dentro del balde que había utilizado.

Se quito el delantal se secó el sudor de la frente con el antebrazo y apoyando ambas manos en el fregadero respiró aliviada.

Nick no podía apartar la vista de ella.
Deseó abrazarla y felicitarla por la valentía que había demostrado pero no le salían las palabras.

Ella llenó un vaso con una jarra de agua y se lo bebió de un trago.
Ya repuesta se acercó a Nick y sonriente le tomó al niño.

Cuando se daba la vuelta para llevar al pequeño junto a su madre Nick tiró de su cintura con ambas manos y la sentó en su regazo.

Miley  se quedó mirándolo con el niño en brazos.
Los ojos de Nick brillaban con una intensidad como nunca había visto.
La reclinó sobre su hombro y acercó su rostro al de ella.

   —Quiero hacerte un bebé como éste — susurró.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥