jueves, 19 de julio de 2012

" El amor y la pasion dolorosa" cap 22




Estaba quemando la primera carta, cuando alguien le arrebató la cerilla.
— ¿Qué diablos...? ¡Nick! ¿Qué haces aquí?
— Cancelé mis reuniones.

Miley lo miraba sin poder hablar. Nick la ayudó a ponerse de pie, pero ella no se atrevía a mirarlo a los ojos. La humillación la ahogaba. Ya lo sabía. Alguien debió decírselo. De otro modo, ¿por qué había vuelto antes?

— ¿Por qué ibas a quemar las cartas de tu padre?
— Esa es una pregunta muy tonta — protestó ella.
— Es el único recuerdo que tienes de él — manifestó Nick, gentil.
— Las cartas no contienen más que mentiras.
— ¿Y eso qué importa? Tu padre te amaba. Debió dedicar horas enteras a escribirlas y te hacía feliz cuando eras pequeña. Esas cartas te dieron alegría y seguridad.

— ¡Pero son mentiras! —le gritó la chica, sin poder comprender por qué se comportaba Nick así con ella.

— ¿No crees que tu madre tuvo algo que ver con eso? ¿De quién crees que fue la idea de fingir que estaba en el extranjero en lugar de reconocer la verdad? Tal vez lisa quería protegerte. Quería que tuvieras un padre a quien admirar, alguien de quien poder hablar con tus amigas. Una mentira pero a ti te hacía feliz. Tú estabas a salvo en Liverpool. Sin embargo, te habrías enterado de la verdad si todavía viviera. Tarde o temprano habrías averiguado que no hay petróleo en Jordania.

—En Italia ya lo sabías y no me dijiste nada...

—Tenía curiosidad por averiguar cuánto sabías en realidad. Verás, Miles, lo sé desde hace diez años.

—No es posible — al fin Miley se atrevió a mirarlo a los ojos.

—Cuando mi padre y lucy se casaron por vez primera, ya sabía que habían tenido una aventura discreta. Su matrimonio me sorprendió tanto como a ti — sonrió Nick — Hice que investigaran a tu madre a fondo y temo que no interpreté los hechos con actitud generosa. Un esposo fallecido que había entrado y salido de prisión. Dos hijos alejados de manera muy conveniente en Liverpool. ¿Nunca te has preguntado por qué juzgué a tu madre con tanta dureza entonces?


La chica estaba anonadada. Nick siempre lo supo.

—Entonces tenía veintidós años y era muy arrogante. No comprendía por qué mi padre amaba a tu madre
Ella recordaba muy bien el antagonismo de Nick por su madre y todas sus consecuencias.

— Con el tiempo, comprendí que la culpable no era tu madre — continuó él en voz baja — Y que cuando amas a alguien, debes aceptarlo todo de la persona amada, no sólo lo que te agrada.

—Lo sabías... — Miley no acababa de aceptar la realidad —. Sin embargo, nunca lo usaste en contra mía. Ni siquiera cuando acusé a tu padre de tener una amante, aunque en realidad sabías que esa amante era mi madre.

—Así es — suspiró él.

¿Por qué se mostraba tan amable y comprensivo cuando ella estaba tan alterada por los acontecimientos de esa mañana?

— ¿Por qué nunca me lo reprochaste?

—Cuando eras pequeña, jamás te habría lastimado. Cuando ya eras adolescente, tampoco quería lastimarte — Nick pasó un dedo sobre el labio tembloroso de Miley —. Y cuando te convertiste en adulta, descubrí que no podía lastimarte.

— ¿Por qué?

—Porque cuando cumpliste dieciséis años, me enamoré de ti él dejó escapar el aliento con fuerza — Y jamás pude dejar de amarte.


La confesión la inmovilizó. Nick estaba de espaldas a ella y los músculos de su cuerpo mostraban la tensión en la que se encontraba.

—Es evidente que soy un hombre de una sola mujer — dijo él en son de burla —. Hace seis años quería casarme contigo porque te amaba. Por supuesto, eras demasiado joven para mí y tú no me amabas.

Miley recordaba al detalle su declaración de cómo aborrecía que su padre le hubiera impuesto la obligación de velar por ella. Ahora lo comprendía.

—Pasé los últimos seis años atormentado por ti. Mandé enmarcar la portada de prestige. Está en mi dormitorio en el apartamento de Londres.


—Nick... —una sensación de alegría y gratitud la invadía.

—Dio... ¿Crees que quiero tu lástima? — espetó él, volviéndose de pronto —. ¡Tantos años leyendo en las revistas que salías con otros hombres! En ocasiones te odiaba más de lo que te amaba. Te llevé a Toscana porque creía que en realidad eras sólo una fantasía. Si te hacía el amor, quizá la fantasía desaparecería. Pero no fue así. ¡Sólo me hundí más en ella!

—Pensé que sólo era una obsesión sexual..... — tenía la garganta reseca


1 comentario:

si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥