martes, 31 de julio de 2012

Dama de treboles cap 5




 —Eso es todo. A partir de este momento quedan ustedes unidos en matrimonio, con los derechos y obligaciones para ambos que dicho compromiso con lleva. - dijo es juez

   Nick Jonas asintió sin variar el semblante taciturno que había lucido durante el enlace.

Una vez firmaron ambos, guardó el contrato matrimonial y estrechó la mano al juez.

Entendió la obstinación de McNabb en ejercer de testigo, a fin de cuentas se trataba del tutor de la que ahora era su esposa y tenía sentido que quisiese asegurar su futuro.
Pero le intrigó tanta insistencia en quedarse con una copia del certificado.

  — Señores — saludó Nick a los dos testigos tocándose el ala del sombrero —, si nos disculpan, mi esposa y yo tenemos por delante veintiuna millas de viaje.

   Ni se molestó en darles la mano, McNabb no le inspiraba respeto alguno y el otro era un anónimo escribiente del juez.
 
 Miley sospechó con tristeza que aquella ceremonia fue la más tensa y fría que debió de celebrarse en Kiowa Crossing en mucho tiempo.

No hubo anillos, ni palabras cariñosas; tan sólo en el momento de asentir, cuando aquel hombre le tomó la mano y vio la terrible quemadura que desdibujaba su palma de una manera lastimosa, le dirigió una mirada interrogante.
Eso fue todo, ni siquiera un beso rápido con el que sellar su compromiso.

Nick sólo deseaba acabar cuanto antes con aquel engorroso trámite mediante el que se unía a una desconocida.
Se había dejado llevar por una corazonada.

Por primera vez se sintió vulnerable en presencia de una mujer y eso le sugirió que su flamante esposa debía de encerrar alguna cualidad fuera de lo común.
Pero de ser cierto, la tenía tan oculta que todo su aplomo empezaba a diluirse.

Por su cabeza bailó la idea de que pudiera ocultar un turbio asunto o que pretendiese cualquier suerte de engaño, pero la desechó.

De algo estaba seguro: su mirada era noble y eso bastaba para estar tranquilo.
Tiempo habría para conocer los verdaderos motivos que la habían llevado a contraer matrimonio con tanta precipitación y sin oponer reparo.

 —Habrán de disculparme, pero no les acompañaré hasta el coche. He de resolver un trámite ineludible con el juez — arguyó McNabb con una sonrisa de satisfacción.

Miley se detuvo, no pudo evitar una replica a aquel comentario cuyo verdadero significado sólo conocían ellos dos.

  —Por fin lo ha conseguido, señor McNabb — dijo con calma ella

  —Así es, y que obtengo vale mucho más que lo que dejo marchar.

  Jonas apenas presto atención a la extraña despedida.
Poco afecto podía esperarse entre dos personas que apenas se conocían.

Sospechó que para McNabb suponía un triunfo el haber conseguido casar a su inesperada pupila, pues con ello eludía la obligación de mantenerla.

Miley apartó la vista y siguió a su esposo hasta el Surrey de dos plazas que perteneció a la viuda cyrus


  Jonas cargó en el diminuto portaequipajes la bolsa de mano de Miley y lo que parecía un mantel anudado como un fardo.

Le extrañó su exiguo equipaje, aunque tampoco esperaba voluminosos baúles rebosantes de vestuario.

Ató al caballo con el que había cabalgado a Kiowa a la trasera del coche y, una vez acomodados en el pescante, agitó las riendas.

  Aquella insólita mañana del 21 de junio acababa de decidir su futuro.

Podía haber regresado a Indian Creek arruinado, pero retornaba con esperanzas renovadas y una mujer a su lado que, para su sorpresa, mantuvo la vista al frente al abandonar Kiowa Crossing sin atisbo de despedida.

A trote ligero fueron dejando atrás las casas acomodadas que conformaban el paisaje urbano; Miley en ningún momento volvió la cabeza, como quien no dejara nada en aquella ciudad.



1 comentario:

si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥