lunes, 11 de febrero de 2013

wife by accident cap 44 "Final"


—No tengo muchas condiciones que poner pero son importantes y si piensas que no puedes cumplirlas eres libre para hacerlo que quieras Demi . La primera condición es que dejes tu trabajo.

—Por supuesto.

—Podemos vivir en Londres pero sólo hasta que encontremos algún lugar adecuado en el campo. No quiero que mi hija crezca en Londres. No es un lugar en el que criar a un bebé.

—No —dijo Demi .

—Podemos empezar a buscar un lugar en cuanto te sientas capaz de hacerlo. Tendrá que estar bien comunicado con Londres. La condición número dos es que…

Joe hizo una pausa y Demi contuvo la respiración esperando a que la bomba explotara

—La condición número dos es que debes empezar a intentar que yo te guste.

—Me gustas Joe .

Él negó con la cabeza.

—No. Quiero decir que… Nunca pensé que le diría esto a nadie; nunca pensé que tendría que… La amistad y todo eso está muy bien pero la verdad del asunto es que…

Las palabras de Joe fueron seguidas de un largo silencio hasta que Demi preguntó:

—¿Cuál es la verdad del asunto?

Joe suspiró y se pasó una mano por el pelo.

—Será mejor que empiece por el principio ¿de acuerdo? — preguntó.

Demi asintió sonriendo débilmente.

—De acuerdo.

—¿Recuerdas cuando fui a verte al hospital después del accidente?

Demi asintió.
¿Recordar?
¿Cómo iba a olvidarlo?
¿Acaso no había cambiado aquella visita el rumbo de su vida?
¿Acaso no la había cambiado a ella liberando en su interior algo que ni siquiera sabía que existiera?

—Entonces no sabía que estaba abriendo una puerta dentro de mí que me resultaría imposible de cerrar.

Una pequeña llama de esperanza se encendió en el corazón de Demi .
¿También había sentido eso él?

Trató de refrenar su creciente esperanza.
Estaba profundamente enamorada de él pero él no le había dicho nunca que la quería.

—¿Me estás contando algo que pasó o es un cuento de hadas? — preguntó mirándolo intensamente tratando de leer el significado que había tras sus palabras.

—La verdad es que no había conocido a ninguna mujer como tú en mi vida. Eras una mezcla tan confusa de contradicciones… Inteligente divertida tímida sin el más mínimo rastro de vanidad… Dejé el hospital sin saber que no iba a poder olvidarte pero así fue. Sólo el cielo sabe lo que habría hecho si no hubieras aceptado mi propuesta de vacaciones. Supongo que habría hecho lo imposible por hacerte salir de tu guarida. En el fondo creo que organicé esas vacaciones pensando en ti.

Demi tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para que las palabras de Joe no le hicieran gritar de alegría.
Sintió que su cabeza empezaba adar vueltas llenas de posibilidades.

—Pensé que podría sacarte de debajo de mi piel si te veía más deunas horas — continuó Joe — Imaginé que esas vacaciones serían una forma de lograr que pasaras un buen rato nada más. Pero tus tímidos ojos tu vulnerable expresión parecían estar anhelando ver y conocer cosas que nunca habías visto y tuve que admitir que quería ser yo el que te las mostrara el que te llevara a contemplar maravillosos paisajes que te dejaran extasiada. No sabía que en el proceso acabaría queriendo enseñarte más. Mucho más.

Demi sintió un estremecimiento en su interior.
¿Qué le estaba diciendo Joe ?
¿Tan sólo que se había sentido atraído por ella?

Entonces.
Una vez.
Nada más.

—No sé si me dije que eras un reto — continuó él — Sólo sabía que me sentía fieramente atraído por ti

Joe miró a Demi directamente a los ojos cuando dijo aquello y ella le sostuvo la mirada sin parpadear.

—Sí lo sé — dijo Demi con suavidad.

Ambos se vieron sorprendidos por el intenso deseo que los consumía.
Miró la cuna y se preguntó si Joe habría dado la espalda a ese «reto» si hubiera sabido de antemano cuál habría sido el resultado.

—No dejé de fijarme en ti durante todo el crucero. Mis ojos te seguían sin cesar; veían todo lo que hacías cada movimiento. Quería entrar en tu cabeza para ver lo que estabas pensando. Pero eso no era fácil. Un paso adelante dos atrás. ¡No sabes lo frustrante que puedes ser sin ni siquiera pensarlo! Revelabas una parte de ti pero enseguida te retraías y penséque iba a volverme loco tratando de llegar al fondo. Entonces hicimos el amor y me dijiste que no querías saber nada más de mí.

—Te expliqué por qué — se defendió Demi  y él sonrió.

—Sí lo hiciste. Pensé que estabas loca. Te estaba ofreciendo lo que nunca le había ofrecido a ninguna mujer y tú no querías saber nada. Podría haberte estrangulado pero al final ganó el orgullo y te dejé ir. Me dije que no habría durado. Me dije que en el fondo sería mejor no tenerte cerca que podría pensar con más claridad que todo lo que quería de la vida era la satisfacción derivada del trabajo. Que a la larga las mujeres exigían cosas complicadas que yo no tenía intención de darles. Sabía que querías casarte y el matrimonio no era algo que estuviera en mi agenda.

—Entonces te enteraste de que estaba embarazada.

—Eso es.

—Y no te sentiste muy feliz.

—Tampoco me sentí infeliz. De hecho me asombró la calma con que me lo tomé. Pero estaba furioso contigo. Furioso porque no te hubieras molestado en decírmelo.

—Si lo hubiera hecho me habrías acusado de ser una caza fortunas.

—Estar cerca de ti no me ayuda precisamente a pensar con cordura — dijo Joe sonriendo con ternura —  Entonces tuviste el valor de decirme que no pensabas casarte conmigo. Te planteé argumentos casi irrefutables pero me dijiste que estaba perdiendo el tiempo y me diste la espalda.

—Cambié de opinión — dijo Demi  mirándolo — Fui al chalet porque sabía que debía pensar bien las cosas pero ya había decidido aceptar tu proposición.

—Lo que nos lleva a la última condición.

Demi ya no se sentía nerviosa.
No sabía cuál era esa condición y susemociones eran un completo caos en esos momentos pero había algo enla mirada de Joe algo en su expresión que le hacía sentirse maravillosamente temeraria a pesar de no saber qué era ese algo.

—Sabes lo que te estoy diciendo ¿verdad Demi ? — Joe se inclinó unpoco hacia ella — Estoy enamorado de ti y no quiero que te cases conmigo por razones prácticas si no crees que en algún momento puedas llegar a corresponderme.

Demi sonrió y su sonrisa creció hasta reflejar la felicidad que sentía en cada poro de su piel en su alma.

—Ya era hora —dijo rodeando el cuello de Joe con ambos brazos— Ya era de que mi amor fuera correspondido.

Joe y Demi  estaban de pie frente a la casa blanca y negra.
Habían dejado a Emily en Londres con la chica que solía quedarse con ella de vezen cuando.

El jardín era una masa de hierbas que parecían estar ganando labatalla a los rosales y demás plantas que lo poblaban, y que, según elagente inmobiliario, no habían sido atendidas durante un año y medio.

—¿Y bien, señora Hamilton? — Joe deslizó un brazo por los hombrosde Demi con expresión satisfecha.

Llevaban seis meses casados, y a ella aún le encantaba la forma en que su marido la miraba, la forma en que la excitaba.

Entraron en la casa.
Olía a humedad, pero no estaba sucia.
El solentraba a raudales por las grandes ventanas.

—Tiene carácter —dijo Demi mirando a su alrededor.

—Pero necesita algunos arreglos.

Subieron a la segunda planta e inspeccionaron los siete dormitorios.
El principal daba a una bella extensión arbolada del jardín.

—¿Podrías echar raíces aquí? — preguntó Joe rodeando con losbrazos la cintura de Demi mientras ésta miraba por la ventana.

Nunca dudaba de su amor por ella, pero, en algún lugar de su interior, una pequeña parte seguía sorprendida de que un hombre tan sexy yinteresante como él pudiera encontrarla tan atractiva.

—Creo que sí —dijo.

Echar raíces.
Con el hombre al que amaba y su hija.
La sustancia de la que estaban hechos los sueños.

Se volvió para rodearlo con sus brazos y alzó el rostro hacia él, cerrando los ojos cuandosus labios se encontraron, hambrientos.

Cuando Joe deslizó una mano bajo la camisa de Demi y le acarició un seno, desnudo debido al buen tiempo, ella rió y protestó, y él enterró la cabeza en su cuello a la vez que jugueteaba y le acariciaba el pezón con la mano.

Luego le desabrochó la camisa, la apartó a un lado y se arrodilló para bajarle los pantalones vaqueros Deslizó la boca por su estómago hasta lamata de vello de su feminidad.

Demi gimió cuando él empezó a explorarlacon sus labios, lentamente.
Se sentó en el borde de la ventana y separó las piernas para facilitarle la labor, mirando con pasión cómo movía su cabeza contra ella.

Luego, jadeante, lo atrajo hacia sí, para que selevantara, y susurró:

—Te necesito.

Sin decir nada, con los ojos encendidos por la pasión, Joe la tumbó en la cama y la hizo suya.
Mientras el rugido de la sangre en sus venas iba remitiendo, medio enbroma, medio en serio, él dijo:

—Ahora esta casa es nuestra. La hemos bautizado.

—Eres una influencia corruptora, Joseph Hamilton — dijo Demi  riendomientras se vestía.

—Sólo contigo, cariño. Fui hecho para ti y para nadie más.

—Así me gusta —murmuró ella, satisfecha.

Luego, tomados de la mano, salieron de la casa y volvieron acontemplarla desde fuera.
Su casa.

La casa de los sueños de Demi  aunque,como ahora sabía, no importaba en lo más mínimo dónde estuviera porque su casa estaba donde ellos estuvieran.


2 comentarios:

  1. me encanto el fin y gracias por dedicarme el capitulo anterior orvite y no seguí comentando allá espero que encuentres una buena universidad saludos amiga

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  2. awww....me encanto estuvo genial....Joe y Demi juntos por siempre con su Jemibaby....!!!
    te deseo buena suerte para encontrar una buena universidad.....
    bueno espero q no demores en subir capis nuevos de la nove JEMI...
    BYE Y SALUDOS

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si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥