martes, 19 de febrero de 2013
Dama de treboles cap 88
Aquella demostración de lo que era un matrimonio bien avenido no pasó desapercibida para los habitantes de Indian Creek, que no dejaban de observarlos; los más, con aire divertido ante semejante explosión de cariño; los menos, con gesto severo por mostrar su entusiasmo amoroso en plena calle.
Matt y su familia contemplaron la escena desde lejos sin atreverse a interrumpir un momento tan íntimo.
Emma rebosaba de alegría, pero al comprobar que medio pueblo estaba pendiente de las efusiones de la pareja, decidió que era el momento de poner fin.
—Vamos, Matt, si no paran ahora, el próximo domingo el sermón tratará sobre los peligros de la lujuria.
—Mujer, deja a los chicos — protestó sin dejar de reír — ¿No ves que están en plena luna de miel?
—Si, y en medio de la calle. Vamos.
Se acercaron a ellos y se vieron obligados a iniciar la conversación, porque ellos continuaban mirándose a los ojos como si no hubiera nadie más a su alrededor.
—Buenos días — comentó Matt sibilino — parece que se os han pegado las sábanas.
Como toda respuesta, Nick se levantó un ápice el sombrero y le sostuvo la mirada con aire satisfecho.
Miley en cambio, se sonrojó como nunca, porque en ese momento adquirió plena conciencia de dónde se encontraba y de que no estaban solos.
Tras intercambiar unas palabras sobre el baile, Nick decidió que era hora de volver a casa.
Rodeó a Miley por la cintura, pese a la presencia de su familia.
—Voy a por el caballo, espérame aquí.
De reojo vio a Emma que lo observaba alerta, temiendo que volviese a empezar el despliegue de pasión.
Hizo un amago de acercarse a la boca de Miley y, en el último momento, se desvió para dar le un beso en la mejilla.
Se giró sonriente hacia su hermana y le guiñó un ojo.
Ella le reprendió en silencio con el dedo índice.
Matt no pudo contener la risa ante aquel gesto de niño travieso tan impropio del rudo carácter de su cuñado, en tanto que Miley deseó volverse invisible.
Hanna llegó corriendo y se colgó de su brazo acercándose a su oído.
—¡Miley ! Ha sido lo más romántico que se ha visto nunca en Indian Creek. Seguro que se hablará de vosotros durante años.
—¡Hanna! — la reprendió su madre abriendo mucho los ojos.
—¡Ay, Dios! — imploró Miley tapándose la cara con las manos.
Joseph llegó con el niño en brazos enzarzado con Patty en una de sus habituales discusiones.
Incluso Tommy, contagiado por ellos, intervenía en el rifirrafe enganchado al pelo de su hermano con una sonrisilla demoníaca.
Emma cogió al pequeño en brazos para evitar que dejase calvo a Joseph y trató de poner paz, harta de riñas.
Amonestó al mayor, ya que a la hora de discutir con sus hermanos parecía olvidar sus diecisiete años.
El chico adoptó un aire adulto y con displicencia se alejó en compañía de su padre.
Emma rogó en silencio que aquella engorrosa etapa entre la niñez y la edad adulta pasase lo antes posible y se dirigió a Miley que charlaba con Hanna ajena a la disputa.
—¿Te has enterado de lo que paso en el baile de anoche?
—Ya sabes que nos fuimos muy pronto — se excusó Miley
—Si, nosotros volvimos a casa casi después de que lo hicierais vosotros, porque a Tommy empezó a entrarle sueño, pero lo he oído comentar antes de entrar en la iglesia. Al parecer, no se sabe quién llenó la taza de la señora Barttlet de whisky y ésta, sin darse cuenta, lo tomó de un trago. Como jamás había probado ese tipo de bebidas, por lo visto reaccionó fatal.
—Pobre mujer —se compadeció Miley
—Dicen que empezó a tambalearse y tuvieron que llevarla a su casa entre dos personas. Su hija, al verla en ese estado, no paraba de llorar y al pobre predicador jamás se le había visto más avergonzado. Para colmo, algunos desalmados reían sin parar al verla balbucear incapaz de dar un paso. En fin, un auténtico espectáculo.
—Ahora entiendo el tono del sermón — comprendió pensativa — ¿Y no se sabe cómo pudo suceder algo así?
La pregunta quedó en el aire porque Nick acababa de llegar y la apremió para que montase.
Ella le dio la mano y de un salto se colocó sobre sus piernas.
Se despidieron de Emma y las chicas al tiempo que giraban grupa.
—Mamá, yo se quién echo el whisky en la taza — aseveró Hanna muy seria.
Emma se giró contrariada.
—Oye, Hanna — advirtió — sabes muy bien que no me gustan las bromas.
—¡Mamá! — protestó indignada — Fue Harriet Keller.
—Antes de afirmar algo así debes estar bien segura — la reprendió en voz baja.
—Durante el primer descanso, Miley Minnie y yo nos acercamos a la mesa del ponche. Miley dejó un momento su taza sobre la mesa y yo vi cómo Harriet echaba licor en ella. Lo llevaba en una petaca de hombre.
—¿En la taza de Miley ?
Emma ató cabos.
Si su hija estaba en lo cierto aquella taza podía estar destinada tanto a Miley como a Minnie habida cuenta de la discusión que mantuvieron por la mañana.
—Entonces, ¿cómo explicas que llegara esa taza a manos de la señora Barttlet?
—Quizá fue culpa mía… —dijo afligida—, pero no pensé que pudiera pasar algo así.
—Explícamelo de una vez, cariño.
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maldita harriet!
ResponderEliminarme encanto los capitulos siguela!!!!!!
besoos
Amooo esta nove!!!
ResponderEliminarEl capi anterior fue tan lindo y romanrico qe suspire cada rato ajJajajaja y lo sigo haciendo!!
esa harriet se pasa de la raya
ResponderEliminarme encantoooooo el capiii
mucho amor entre miley y nick
sigue porfiiiis
Me acabo de leer todos los capitulos hasta ahora, y dejame decirte que esta nove es totalmente... AWESOME!!!!!!!!!!
ResponderEliminarTe juro que me encantó c:
Y ellos hacen un pareja tan tierna *-*
Odio tanto a Harriet, no entiendo como una mujer puede ser tan pe**a 77'
Publica pronto porfassss!!!!!!!
Cuídate, besis, bye ♥