viernes, 22 de febrero de 2013

Un rencuentro volatil cap 19



Demi se dio la ducha más rápida de la historia mientras intentaba imaginar qué podía haberle pasado en París para que estuviera tan serio.

Joe era normalmente un hombre tan seguro de sí mismo que no le afectaban las inseguridades que afectaban a la mayoría de los seres humanos de modo que descartó la idea de que pudiese estar exagerando la situación.

¿Podría ser algún problema en la empresa?

El negocio era lo más importante para él y si algo iba mal en la naviera Volakis lo vería como un fracaso personal.

¿Alguna pelea con su padre?

Si se veía obligado a dejar la naviera Volakis tal vez podrían tener problemas económicos pensó mirando el lujoso cuarto de baño.

Joe tenía un orgullo considerable yeso sería para él una humillación.
Pero a Demi  criada por una madre que nunca tuvo dinero en el banco no le importaba en absoluto cambiar de estilo de vida.

Claro que para ella poder pagar las facturas a tiempo había sido un éxito durante años.
En el salón Joe pensó que necesitaba otra copa pero se contuvo.

En aquel momento no era el apoyo que necesitaba y se daba cuenta de que el alcohol que había tomado en el avión ya le había hecho perder la cabeza.

¿Cómo si no podía explicar la escena del dormitorio en un momento en el que lo más importante era sincerarse con su mujer?

Debería haberse controlado y estaba convencido deque había empeorado la situación.
Tan relajada como tenso estaba él Demi entró en el salón con aquel vestido rojo que se ajustaba a sus curvas y los ojos verdes brillantes.

Y Joe sintió que se le rompía el corazón porque sabía que el romance que habían retomado en Marruecos moriría cuando le contase lo que tenía que contarle.

–Tengo que hacerte una confesión – empezó a decir dispuesto a ir directo al grano.

La convicción de Demi de que fuera lo que fuera lo que iba a contarle no sería tan trágico murió cuando se colocó frente a ella como si estuviera frente a un pelotón de fusilamiento.

–No sabía que tú hicieras confesiones – murmuró insegura – Y no sé si es el mejor momento.

–Cuando rompimos me acosté con Oleia Blanda Telis –  admitió Joe entonces sin más preámbulos.

Demi recibió esa confesión como si la hubieran golpeado por sorpresa y sin poder evitarlo dio un paso atrás.

Cuando Cosima le habló de ese rumor pensó que donde había humo solía haber fuego pero hubiera preferido que no le dijese nada.

Hubiera preferido no saber lo que había habido entre Joe y la joven de la que estuvo enamorado cuando tenía veinte años.

No podía dejar de imaginar a la delgada y guapa morena.
Desgraciadamente Oleia Telis poseía esa letal mezcla de intensa feminidad y belleza perfecta que siempre hacía que los hombres volviesen la cabeza.

Y al pensar en Joe en la cama con ella sintió una ola de náuseas.
De todas las mujeres que podría haber escogido

¿por qué precisamente Oleia?

Sabía lo suficiente sobre la perversa relación que Joe mantenía con esa mujer como para intuir que cualquier cosa que hubieran compartido sería algo más que una aventura.

–Me encontré con ella en Londres… fue un revolcón de una noche Demi . Un error por mi parte.

–Un error – repitió ella.

–Uno que lamento muchísimo – siguió él – Era la última mujer con la que debería haberme acostado.

Demi clavó en él sus ojos verdes.

–¿Y por qué lo hiciste entonces?

Joe sabía muy bien qué lo había empujado a acostarse con Oleia.

En realidad era muy sencillo pero no creía que tuviera sentido compartir con Demi un razonamiento que era sin la menor duda de la variedad masculina más básica.

Creía haber dicho suficiente sobre esa noche y decir algo más le daría una importancia que no había tenido.

–Cuando te marchaste de Francia toda mi vida estaba basada en nuestro matrimonio y sin eso me sentía… extraño – Joe hizo una mueca – Necesitaba compañía y distracción y entonces bebía mucho…

–No lo sabía – murmuró Demi .

–El fin de semana que me encontré con Oleia había bebido más de la cuenta y la verdad es que apenas recuerdo nada de lo que pasó.

–Ah qué conveniente – dijo ella.

Pero no quería imaginarlo borracho y vulnerable porque eso hacía que se sintiera responsable como si ella misma le hubiera puesto a su marido en bandeja.

–Puede que tú lo veas como algo conveniente pero resulta que es la verdad.

–Antes de que nos casáramos me dijiste que no habías vuelto a acostarte con Oleia que no habías podido perdonarla por lo que te hizo cuando salíais juntos – le recordó Demi – De modo que me sorprende que terminases acostándote con ella precisamente.

–Fue un error en todos los sentidos lo reconozco pero no me di cuenta hasta el día siguiente cuando estaba sobrio. Oleia sabía que nuestro matrimonio se había roto y supongo que de manera comprensible esperaba que yo le ofreciese algo más que un revolcón de una noche.

–Qué suerte tener tanto éxito con las mujeres –dijo Demi  sarcástica.

En realidad Joe le estaba recordando por qué Oleia le había parecido su más temible rival.

Era cierto que lo había traicionado acostándose con otro hombre pero sorprendentemente también parecía amar a Joe de verdad.

Después de todo la morena había lamentado su comportamiento hasta tal punto que incluso cinco años después seguía queriendo volver con él.

–No fue una grata experiencia Demi – dijo Joe – No debería haberme acostado con ella y lo sé.

Evidentemente se había acostado con Oleia y se había marchado sintiéndose culpable por no poder ofrecerle nada más.

De modo que había sido la típica combinación de alcohol y sexo.
Pero que hubiese tenido esa intimidad con otra mujer le dolía en el alma.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥