jueves, 28 de febrero de 2013

An obsession with the past cap3



La llegada de los primeros invitados hizo que Demi sepultara sudolor en un rincón de su mente y, como si poseyera el don de la telepatía, Joe apareció a su lado, sin que en los acerados ojos grises, se adivinara el menor vestigio de la emoción que debió sentir cuando vio a su hijo por primera vez.

"¿Sería la primera vez?", se preguntó atormentada cuando él le sonrió por encima de la cabeza de la esposa de uno de los invitados, sin que la ligera curva de su boca hiciera llegar algo de calor a sus acerados ojos grises, pero sí haciéndola sentir una amarga punzada de dolor en la boca del estómago.

Esa abrumadora necesidad de él era algo que tendría que borrar de su existencia reconoció con un desesperado sentimiento de angustia, porque trataba de hacerlo, desde que Joe le dio a entender que ya no le interesaba el aspecto físico de su matrimonio.

De pronto lo vio fruncir el ceño, los inescrutables ojos se clavaron enlos de ella y Demi habló a toda prisa y con exagerada jovialidad.

— ¿Quieres que te muestre tu habitación, Mavis? Sé que Joe está a punto de ofrecerle una bebida a Donald y...

—Creo que los dos querrán refrescarse antes — la interrumpió Joe afable, tomando las dos elegantes maletas y guiando a susinvitados hacia la escalera, mientras añadía por encima del hombro — Los demás llegarán en cualquier momento. ¿Quieres esperarlos querida?

"No, gracias", pensó Demi , sintiéndose desdichada cuando la figura alta y esbelta de su esposo desapareció al dar vuelta en el recodo de la escalera.

Tal vez querría darle en privado la noticia de la llegada de sus invitados principales... su antigua amante y el hijo de ambos.

¡No era la clase de información que le gustaría dar delante de sus socios de negocios!
Bien, eso era su problema.

Demi subió a toda prisa la escalera decidida a llegar a la intimidad de su propia habitación.
Hasta donde Joe sabía, ella no estaba enterada de la presencia de Zanna y Harry allí.

Y como una tonta albergaba la absurda idea de que hasta que él lo mencionara, ella no tendría que enfrentar el problema.

Era algo demasiado terrible para afrontarlo, pensó destrozada al llegar alo alto de la escalera, tratando de ignorar el hecho de que Joe debió comunicarse con Zanna, para informarle que su infortunado matrimonio con la pequeña Demi Garner había llegado a su fin.

Que todo había terminado.
La conversación que alcanzó a oír se lo dio a entender.

¿Le habría suplicado a su antigua amante, confesándole que no había podido olvidarla?

Las preguntas aturdían su ment ,intensificando el dolor, mientras caminaba por el pasillo que se alejaba del ala dedicada a los huéspedes y llevaba a su habitación.

¿Cuál habría sido la reacción de Zanna?

Era fácil adivinarlo.
Talvez lamentaba la ruptura tanto como él, pero su orgullo la obligó amantenerse alejada, hasta que ya era demasiado tarde para hacer algo.

 ¡Y cuando descubrió que esperaba un hijo de él, Joe ya estaba casado con su ama de llaves temporal!

Seguramente despuésde desaparecer de la escena, se mantuvo alejada, pero eso tampoco debió ser un problema.

Como hija única y mimada de padres opulentos, no debió faltarles nada a ella y a su hijo.
Tal vez vivió los últimos dos años y ni dio en la villa de sus padres, en el sur de Francia en donde decidieron pasar los primeros años, después de su retiro de los negocios.

Pero ahora había vuelto a aparecer en escena, decidida a vengarse.
No obstante, Joe no debió estar enterado de la existencia de Harry hasta que se comunicó con Zanna explicándole que, en lo que a él concernía, su matrimonio había terminado.

De haberlo sabido, nada en el mundo lo habría mantenido alejado de su hijo y nada lo apartaría ahora de él.
Así como nada podría separarlo de la única mujer a la que siempre amó.

Demi temblaba de la cabeza a los pies y, como una niña, apretólos puños y se los llevó a la boca, clavando los dientes en los blancos nudillos, agradecida por la distracción del dolor físico.

Tenía que controlarse de alguna manera, resistir la tormenta hasta el domingo por la tarde, cuando se irían los invitados.

Justo en ese momento, oyó a su espalda la voz de Joe recordándole con frialdad.

—Te pedí que te quedaras abajo.

No había puesto un pie en esa habitación desde que ella abortó tres meses antes, permaneciendo en la que antes compartían, el dormitorio principal.

Su intrusión allí, ahora y bajo esas circunstancias, era una violación de su espacio, de su intimidad; laúnica forma de combatir un incipiente colapso nervioso era mantener la cabeza erguida, conservar su dignidad y, de alguna manera combatir el fuego con el fuego.

Se encogió de hombros, tratando de conservar la calma, aunque fuera a costa de su equilibrio mental.

—Estoy segura de que tú eres muy capaz de recibir a tus invitados y ayudarlos a instalarse — su voz sonó frágil incluso a sus propios oídos— Es hora de que me dé una ducha y me cambie.

Se obligó a dar la vuelta para enfrentarse a él, con la cabeza erguida y rígida, pero tenía la boca seca cuando volvió a hablar.

—Si quieres que esté presentable, sirva las bebidas y charle contus invitados, además de ayudar a la señora Penny con los últimos detalles de la cena, entonces no dispongo de tiempo para esperar aquienes se han retrasado. No queremos que nada altere la rutina y arruine el fin de semana, ¿verdad?

Era el discurso más largo que le dirigía en mucho tiempo y en él había una advertencia.
Se sentiría destrozada cuando él le informara que quería el divorcio para casarse con Zanna, la única mujer a laque podía amar, y reclamar así a su hijo.

Y prefería que eso no sucediera hasta que terminara el fin de semana, cuando los invitados abandonaran la casa.

Por un momento, creyó ver un destello de cólera en la profundidad de los inescrutables ojos grises, pero desapareció o tal vez nunca existió, concluyó al ver que él la miraba con su acostumbrada expresión plácida.

Demi bajó la vista, pues el contacto era demasiado doloroso, y cuando se percató de que contemplaba hambrienta la bella boc aesculpida, dejó escapar un jadeo de dolor y se dio la vuelta para dirigirse al armario atestado de ropa, fingiendo buscar algo apropiado entre las prendas.

La mejor forma de deshacerse de él era empezar a desnudarse para meterse a la ducha, se dijo.


3 comentarios:

  1. me encantaron los capítulos pobre de Demi sufriendo por el amor de Joe y el invita a su ex amir junto con su hijo síguela saludos amiga

    ResponderEliminar
  2. oh por dios amo esta nove
    cuando no joe deberia amar a demi ella es buena dulce y su sonrisa contagia
    siguela siguela

    ResponderEliminar
  3. pobre Demi sufriendo por amor......y para colmo llegan la ex y el hijo de Joe.....siguela esta interesante....
    porfa no te olvides tambien de la otra nove Jemi no me hagas esperar tanto....quiero marathon de las dos noves(JEMI). ojala q lo puedas hacer....
    bye y cuidate.

    ResponderEliminar

si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥