sábado, 10 de noviembre de 2012

wife by accident cap 13



—¿Porque no eres dada a correr riesgos? —preguntó Joe ,

Demi le lanzó una aguda mirada antes de volver de nuevo los ojos hacia el horizonte.

—Supongo que sí —dijo, en tono cauteloso.

—¿He entrado en territorio demasiado personal? — el tono de Joe seguía siendo ligero y despreocupado, pero Demi supo que estaba sondeándola.

Sentía curiosidad porque su vida debía ser tan distinta a la de ella que debía parecerle que venía de otro planeta

— ¿Por qué eres tanreservada? — insistió al ver que Demi no contestaba, y, tomándola con una mano por la barbilla, le hizo volver el rostro hacia él.

El roce de los dedos de Joe en su piel fue una sensación tan intensa e inesperada para Demi que le apartó la mano con el dorso de la suya.

—No lo soy.

—Deberías tratar de escucharte a ti misma alguna vez. Puede que cambiaras de opinión — en cuanto terminó de hablar, Joe se levantó bruscamente y sacudió su toalla.

«Misión cumplida», pensó Demi , pero había un sabor vagamente inquietante en su boca, el sabor que siempre dejaban los actos inconclusos.

—¿Seguro que sabes cómo llegar al yate? — preguntó él, y ella asintió — En ese caso, nos vemos a las doce y media.

—Sí —murmuró Demi obedientemente.

—¿Seguro que no tomarás un vuelo entre tanto?

Joe alzó una ceja con gesto interrogador y luego asintió lentamente, como respondiéndose a sí mismo

— No, claro que no, porque, digas lo que digas, ahora sientes tanta curiosidad como rechazo, ¿verdad, Demi ? — la miró y ella sintió que sus ojos la quemaban — Esta es una nueva experienciapara ti. No te arrepentirás. Confía en mí.

Y a continuación se fue.
Demi observó cómo se alejaba, deseando poder estar tan segura como él de que no iba a arrepentirse.

¿Habría sido distinta si hubiera llevado una vida normal? 

Era una pregunta que Demi se había hecho a menudo a lo largo de los años, pero nunca había llegado a una respuesta satisfactoria.

Era una persona introvertida, y sabía que la mayoría de la gente laconsideraba distante y un poco fría.
Pocos eran capaces de ver la inseguridad que ocultaba su actitud.

Ya era lo suficientemente madura como para comprender que aquélera parte del resultado de la educación que le dieron sus padres.

Hicieron que su vida fuera variada, pero ellos fueron su única referencia estable cuando a los ocho, o a los doce, o a los catorce años, ella habría necesitado mucho más que eso.

Debería haber contado con la estabilidadde un círculo de amigos, gente con la que desarrollar su personalidad, conla que aprender a reír sin el ridículo temor a meter la pata, con la quedescubrir lo que era la verdadera confianza…

Pero los continuos viajes desus padres impidieron que esas relaciones llegaran a cuajar.
Cuando Demi pensaba en aquello, nunca culpaba a sus padres.
Lo aceptaba como un hecho.
No había nada ni nadie perfecto en el mundo.

Nunca le faltó amor; no fue culpa de ellos que aquella forma de vida no llegara a ilusionarla.
Su padre, biólogo, vivió siempre consumido por una incesante curiosidad.
La naturaleza, en todas sus manifestaciones y formas, le fascinaba.
Era capaz de aceptar un trabajo de guarda bosques simplemente por darse el gusto de explorar las minucias del mundo vegetal.

En una ocasión, durante dieciocho meses, trabajó en la costa escocesa y tuvo un breve coqueteo con la biología marina, un amor que conservó hasta su muerte.
Aquella fue una de las peores épocas para Demi .

Tenía que tomar el autobús escolar a diario bajo un cielo que nunca parecía despejarse.
Recordaba lo pequeña que era el aula, la suspicacia de los demás niños, que la trataron con la inconsciente crueldad de los habitantes de una población pequeña hacia los forasteros.
Aquella experiencia no sirvióprecisamente para reforzar su seguridad a la hora de relacionarse con los demás.

Se encaminó hacia el yate, sintiendo que los músculos de su estómago se encogían como le sucedía años atrás cada vez que cruzaba la puerta de entrada de un nuevo colegio.

Todos los demás estaban ya en el yate.
Vio sus figuras en cubierta,moviéndose, y aceleró ligeramente el paso.

Alguien debió decirle algo a Joe , porque éste apareció como de la nada, en bañador, y bajó almuelle a recibirla.

—Espero no llegar tarde — dijo Demi

Mientras él tomaba su maleta,sonriendo con aquella mezcla de diversión e ironía que tanto la inquietaba, pues parecía que, de alguna manera, se estaba riendo de ella.

—Tenemos un horario — contestó Joe —, pero no estamos obligadosa seguirlo. Es una de las grandes ventajas de unas vacaciones como éstas. Te habríamos esperado.

Se volvió hacia el yate y Demi lo siguió.
Las piernas le pesaban y noparecían dispuestas a cooperar, pero respiró profundamente y subió abordo del yate tras Joe , dejando que la ayudara, pero retirando la mano en cuanto estuvo en cubierta.

Desde detrás de la relativa protección de sus gafas, vio un pequeño grupo de personas; sus compañeros de viaje.



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