martes, 20 de noviembre de 2012

La prometida del desierto cap28



Miley esbozó una sonrisa sarcástica al pensar en la rapidez con que el amante marido de su tía había cambiado en cuanto se habían casado.

—Sé muy bien que vosotros los hombre árabes olvidáis todo el encanto y persuasión en el minuto en que ponéis el anillo de casada en el dedo de una mujer. Entonces os sentís seguros. Os sentís libres para volver a ser vosotros mismos jefes de vuestras casas y de todo lo que contiene...
y la antes deseada y cortejada prometida se convierte en una posesión más para ser usada y abusar de ella según vuestro humor.Bueno, pues antes de que te dejes arrastrar por la sensación de ser todo poderoso, te aseguro que el anillo que llevo en el dedo, no significa nada para mí.

Nick  la miró y Miley se sintió en el ojo del huracán.
Todos los rasgos de su cara estaban inmóviles.
Y, sinembargo, la tensión emanaba de él como ondas eléctricas.
Sólo su silencio era ya una forma de intimidación.

Miley sintió un temperamento mucho más fuerte que el de ella misma y en un arrebato se quitó el dedo del anillo y lo tiró al estanque.

Se hundió con un leve chapoteo.
El cargado silencio empezó a pesar como una losa.

—¡Ese anillo es el símbolo de una, farsa! — dijo Miley furiosa por sonar tan a la defensiva.

Nick estaba rígido y muy pálido.
La miró con uno sojos oscuros como una noche tormentosa.

—Tus modales son sorprendentes y tienes peor carácter que un niño malcriado. Lo descargas ciegamente sin preocuparse de lo que insultas. Sospecho que eso proviene de toda una vida de no recibir consejo más que de ti misma,pero eres muy ingenua si crees que permitiré tales demostraciones. Recupera ese anillo.

Violentamente sonrojada y ultrajada por su reprimenda
Miley le devolvió una mirada de rabia con la respiración acelerada.
Estaba tan furiosa que deseaba darle una bofetada.

—Sin él no entrarás en mi casa — informó Nick sombrío.

—¡Bien! ¡Para empezar, yo no quería ese estúpido anillo!

—No... tú querías que te tratara como a una prostituta...pero eso todavía se puede arreglar.

—¿Perdona?

 —Con cada palabra ofensiva y con cada arrebato, haces que mi respeto por ti disminuya. Te miro y me pregunto: ¿Es esta la mujer por la que he ofendido a mi honorable padre? Lo que debería haber sido un día de júbilo ha acabado en un valle de lágrimas y ya no me queda más paciencia. Recupera ese anillo o pasarás la noche aquí fuera... Sin él no te reconoceré como mi esposa.

—¿Y crees que me importa? - explotó Miley temblorosa con los puños apretados.

— Creo que deberías aprender lo que es ser tratada como una posesión para usar y abusar según mi humor. Sólo entonces quizá aprecies que nunca te he tratado como aun ser inferior... hasta ahora.

Si pensaba por un solo instante que iba a empaparse en aquel estanque ya podía cambiar de idea. Se quedó de pierígida como una estatua.

Pudo ver a dos guardias de pie justo a la puerta de palacio; su presencia era normal cuando Nick estaba dentro, pero aún así, la rabia la sacudió alverlos.

Ahora tenía audiencia.
Apretó los dientes.

0 sea que Nick pensaba que iba a enseñarle una lección ¿verdad?
¿Cómo se atrevía él a calificar sus modales?
¿Le había preguntado a ella antes de engañarla y llevarla a Datar para casarla dos veces?

El sol caía sobre su cabeza descubierta.
Se metió entre las sombras y cayó de rodillas lo que fue muy desagradable con el frío suelo de mármol.

Lo odiaba... lo odiaba con toda su alma.
Pasó una hora horriblemente lenta.

¿Dónde estaba la mujer tan inteligente que no había subido al helicóptero?
¿Dónde estaba la que había creído que podía razonar con Nick y controlarle?

Se levantó de nuevo, rígida como una tabla y unas lágrimas de furiosa frustración le empañaron los ojos.
Nick era la única persona que conseguía hacerle perder los nervios de aquella manera.

¡Oh, al infierno con todo!
No pensaba pasarse allí la noche congelada y muerta de hambre por un estúpido orgullo.


Era posible que se hubiera pasado un poco al tirar el anillo, pero lo que había querido era expresar su furia por haber manifestado él que cambiaría de mujer.
Como si las mujeres fueran intercambiables como un mueble.

Se arrodilló al borde del estanque y metió la mano.
No era muy profundo y el agua era cristalina pero el sol sereflejaba en la superficie.
Entonces un brillo más fuerte cerca del centro le llamó la atención.

Se estiró peligrosamente sobre la superficie perdió el equilibrio y una rodilla cayó al agua seguida de la otra.


1 comentario:

  1. wow meeee encantooooooooooooooooooo
    pobre miley tan creida ellaa
    que iba pasar muchooo para
    su bodaa
    porfiiiisss siguelaaaa

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besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥