sábado, 30 de junio de 2012

"El amor y la pasion dolorosa" cap 12


Más tarde, ni siquiera recordaba cómo llegó a su casa. Se derrumbó, pero no con lágrimas. No podía llorar. La compresión y la amabilidad de joseph jonas  casi fue su perdición, pero ahora que estaba sola, sólo podía mirar el techo con expresión perdida.
Amaba a Nick. ¿Por qué lo descubría ahora que todo estaba perdido?
Seis años de amargos malentendidos estaban entre ellos y su propio comportamiento confirmaba la opinión que él tenía de ella. ¿Por qué ideó esa escena con joe en el apartamento?
Ahora jamás podría decirle que el hijo que llevaba en las entrañas era suyo.
 Nick la despreciaba, pero la consideraba físicamente atractiva. Él sólo quería sexo. En lo último en lo que pensaba era en engendrar un hijo.
¿Cómo podía odiar y amar a alguien al mismo tiempo? Ese día lo odiaba, pero lo había amado, deseado y necesitado con un anhelo que la sacudió hasta la médula de los huesos.
Eran más de las dos de la mañana cuando oyó que un coche se detenía frente a su casa. Al enderezarse en la cama oyó que la puerta del coche se cerraba y unos pasos que se acercaban a la entrada antes de que el timbre sonara con insistencia. 
 
— ¿Quién es? —preguntó al pie de la escalera.
 
— ¿Quién diablos crees?
 
—Vete — protestó Miley, sentándose en los escalones.
 
— ¡Derribaré la puerta si es necesario!
 
— ¿Qué quieres? —preguntó cuando le abrió. La tensión y el temor la mantenían inmóvil, pero se obligó a ir a la sala a encender una lámpara.
 
— ¿Estás sola? — Nick estaba muy alterado. A pesar de que todavía llevaba puesto el traje, se había quitado la corbata y tenía la camisa desabrochada. Su mirada era fría y amenazadora —. Me han dicho que estás embarazada.
 
— ¿Y quién te ha dicho esa tontería? —replicó la chica, desafiante.
 
—Tu hermano...
 
— ¿trace? —Miley palideció.
 
—Estaba borracho. Lo llevé de regreso a la ciudad — comentó Nick con gran esfuerzo por mantener el control —. Después de dejar a Selena, empezó a balbucear. Dijo algo de que tu madre le pidió que te vigilara mientras ella está fuera y me comentó por qué.
—Eso no explica por qué estás aquí a las dos de la mañana.
 
— ¿Estás embarazada? —insistió Nick con furia apenas reprimida.
 
—No tengo por qué darte explicaciones — le espetó la joven—. No tengo por qué defenderme de los balbuceos de ebrio de Trace 
 
—En Italia me dijiste que un día lamentaría haberte llevado allí. Si de eso se trata, lucharé contigo hasta vencerte — le prometió él con brutal claridad —. Le confesaste a tu madre que estás embarazada. Deseo saber si le mentiste... y de no ser así, ¡quiero saber quién es el padre!
La histeria se apoderaba de Miley. Tenía el estómago revuelto.
—Tranquilízate... no es tuyo —afirmó entre dientes, manteniéndose orgullosamente erguida.
 
—Entonces, ¿por qué cree tu hermano que lo es? —preguntó él, después de una pesada pausa.
 
—Saben lo del viaje a Italia. Fuimos fotografiados en el aeropuerto y alguien envió a tu padre un recorte de prensa —la voz temblaba a pesar de su esfuerzo por controlarse.
Nick maldijo entre dientes y fue a la ventana, dándole la espalda.
 
—Le he dicho que tú no eres el responsable —murmuró Miley.
—Entonces, ¿quién?
La chica no respondió. Estaba agotada por la tensión.
— Joe Miller... —decidió él, volviéndose. En sus ojos brillaba la ira y la frustración —. Lo reconocí —agregó con esfuerzo.
 
—Bravo por ti — Miley no tenía fuerzas para luchar contra ese hombre.
 
— ¿Es hijo de él? ¡Exijo saberlo! —demandó Nick acercándose amenazador.
 
—No tienes derecho a preguntarme eso — temerosa, la joven dio un paso atrás.
— ¡Quiero la verdad! —Nick la asió por las muñecas y la acercó a él con violencia—. Si no es mío, ¿de quién es?
 
— ¡Vete al diablo! —jadeó Miley, tratando de soltarse.
 
— ¡Dímelo! —rugió él.
 
—No es cosa tuya —la chica logró hacer acopio de la energía que le quedaba.
 
—Prefiero verte muerta que enseminada por la semilla de otro hombre — reconoció entre dientes.
— ¿Te has vuelto loco? — preguntó Miley, horrorizada, a punto de desplomarse.
 
—Obsesionado. ¿Eso te complace? — Preguntó Nick —. ¿Eso te complace? Lo dudo, porque tú estás igual que yo...
 
— ¡No!
 
—No te gusta verme con otra mujer. Eso te dolió — aseguró, satisfecho —. No pudiste ocultarlo. Era como un puñal que se clavaba en tus entrañas. Te puso enferma. Te aterrorizó...
 
—No... ¡Te odio! —la transpiración perlaba la frente de Miley.
Nick la acercó más, manteniéndola sujeta con una mano por el cabello.
—Hace un par de siglos te habrían quemado en la hoguera por hechicera, pero puedes arder en mi cama en lugar de ello...
 
— ¡Suel... suéltame! —incrédula, Miley sentía sus senos chocar contra el pecho firme de Nick. Con la otra mano él la atrajo por las caderas y la acunó entre sus muslos. Su excitación despertó espirales que en oleadas la ahogaban y cerró los ojos en rechazo salvaje—. ¡No... No!
 
No se rendiría a esa excitación, se dijo con fiereza cuando él bajó la cabeza y, en lugar del ataque que ella esperaba, le besó de forma juguetona el labio inferior, haciéndola contener el aliento.
 
—Nick, por favor... —su propia voz le parecía que llegaba de mucha distancia, ahogada.
 
—Por favor, ¿qué? —él introdujo su lengua centímetro a centímetro entre los labios de Miley. El mundo se detuvo.
 
—Detente —gimió ella.
 
—Lo deseas tanto como yo —Nick introdujo la lengua por completo en su boca y la joven se aferró a él con fuerza. Él la hacía retroceder, levantándola para oprimirla contra la pared.
Nick hundió los labios en el cuello sensible de Miley, haciéndola estremecer.
 Con las manos le acarició los muslos y lo sintió estremecerse contra ella.
Le mordisqueó el hombro frustrada. El poco control que le quedaba se evaporaba rápidamente.
 
—Dime que mientes — le pidió Nick con urgencia.
 
— ¿Acerca de qué? — Miley estaba perdida en un mundo de sensaciones.
 
—Dime que no estás embarazada —le pidió él con una voz mezclada de ira y súplica.
 
—Pero si lo estoy... —sollozó la joven en la cumbre de la excitación.
 
—Maldita —murmuró salvaje, apartándose de ella.
Miley abrió los párpados. Nick estaba a corta distancia, con la respiración agitada sin intentar ocultar su evidente excitación, mirándola con insistencia.
 
— ¿Y el bebé definitivamente no es mío? —Insistió él con fuerza—. ¿Cómo puedes estar segura de que no es mío?
Miley lo recordó entre los brazos de Selena y la furia la hizo reaccionar. Reconocer la verdad ante él sería la última humillación.
 
—Definitivamente no es tuyo —manifestó subrayando cada frase.
Nick maldijo en italiano y levantó las manos, exasperado
.
—No podré vivir con la idea de que te acostaste con alguien después de hacerlo conmigo. Si quieres comportarte como una cualquiera, tú asumirás la responsabilidad de las consecuencias... ¡no yo! No te quiero, no con el hijo de otro hombre.
La chica se cubrió las orejas con las manos, inclinando la cabeza a la vez que una oleada de mareo la dominaba. Creía que se sofocaba cuando desfalleció y cayó al suelo, deslizándose contra la pared.....

3 comentarios:

  1. oh no sabia que tenias un blog :S muy bueno sube pronto bye cuidate :D

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  2. toodo se complicaaaaaaa
    porfa siguelaaaaaa
    mee encantooo

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  3. Amo ver a Nick Celosisimo
    Me facinooo Amiga esto se pone cada vez mejor!!
    y como dice mariina todo se complica casa vez mas y eso me facina
    te qedo Todo genial!!!
    Saludos Mayi te adoro♥

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