viernes, 5 de julio de 2013

Un Matrimonio Feliz? cap8


—Porque… — sacudió la cabeza mientras apoyaba una mano en el otro hombro, atrayéndola hacia sí — Porque tú despiertas algo en mí. ¿Es que no lo sabes? Haces que responda de una determinada manera, o más bien, nunca puedo predecir o controlar cómo voy a responderte. Me dejas perplejo. Me excitas, me vuelves loco. Cuando oí el mensaje de Andrew en el contestador…

Ella decidió que había llegado el momento de acabar con todo ese disparate de una vez por todas.

—Pero desde que lo conozco siempre me ha llamado «encanto».

—Pues a mí no me gusta. En rigor, estoy hablando como un marido celoso, posesivo y machista.

—¿Y lo eres? —preguntó en tono jocoso.

El sonrió.

—A veces, sí. Contigo, sí — ella observó una breve pero marcada tensión en su boca —. No me gustan las familiaridades que Andrew se toma contigo. ¿De acuerdo?

—A mí tampoco me gustan mucho, pero las soporto sin más —admitió con sencillez.

—¡Entonces no las soportes! ¡Dile que no te gusta que te trate así! —su rostro se ensombreció—. Intenta imponerte así como lo haces conmigo con tanto éxito.

Miley se sintió abrumada.
Parecía que ambos giraban en círculos.

—De acuerdo, se lo diré — dijo retirando con suavidad un mechón de la frente de Nick —. Pero debes saber que Andrew no significa nada para mí, Nick .

—¿No? — retiró las manos de los hombros de ella, y enarcando las cejas, lanzó uña mirada al vestido convertido en un montón de seda negra sobre la alfombra —. Él sólo te compra vestidos provocativos y te habla como si fueras su novia en lugar de su colega.

—¿No estarás celoso de Andrew? — preguntó incrédula.

—¿Por qué no? Cuando llegaste esta noche con el pelo revuelto y las mejillas rojas…

—Es una noche fría — puntualizó.

—Con ese vestido provocativo que él te había comprado.

—Te recuerdo que lo elegí yo.

—¿Para lucirlo ante él? ¿En una velada que pasarías con él? ¿Cómo definirías eso, Miley ? ¿Atracción subliminal?

—¡No seas ridículo!

El carácter frío e imperturbable de Nick a veces la enojaba; y ahora que mostraba un temperamento apasionado, se dio cuenta de que no le gustaba en absoluto.

—Te estoy contando cómo me sentí, porque querías saberlo, ¿no?

—Continúa —dijo ella con voz débil, pensando que tal vez había sido muy positivo el hecho de no haber profundizado tanto en sus mutuos sentimientos.

Sentía como si hubieran abierto la caja de Pandora y se arrepintieran de las consecuencias.

—Sí, fue irracional — prosiguió — Pero te dije que hay algo en ti que me hace actuar irreflexivamente. Empecé a imaginar a Andrew haciéndote el amor.

—Eso es absolutamente ridículo —dijo ella con mofa.

—¿Sí? ¿Quieres decirme que a él no le gustaría?

—A mí no me gustaría, Nick . Ésa es la diferencia.

—Y me sorprendí deseando quitarte la ropa de un tirón — continuó como si ella no hubiera hablado.

—Y lo hiciste.

—Y poseerte en el acto.

—Y lo hiciste.

—Y ya me he disculpado, no por el acto mismo, sino por el sentimiento que me impulsó a hacerlo. ¿Y no crees que ya es hora de que te dejes de hipocresías y admitas que fue excitante para ti? ¿O lo niegas, Miley?

Ella movió la cabeza de un lado a otro.

—No, no lo niego. Es que… — su voz se apagó.

—¿Qué? —la urgió.

—Es que no hubo ternura, eso es todo —suspiró mirándolo al fondo de los ojos, que se habían tornado grises.

—A veces el sexo no implica ternura —respondió con suavidad—. Y a veces ni siquiera lo impulsa el amor. Si lo deseas, también puedo mostrarte lo tierno que puedo ser.

Y comenzó a masajearle la espalda con suave ritmo.

Ella deseó entregarse relajadamente a esa sensación ondulante de placer, dejarse ir donde él quisiera llevarla.

Pero dos capitulaciones en una misma noche habrían sido un duro golpe para su orgullo.

—Mañana tengo que trabajar —dijo con terquedad.

—Yo también.

—Y necesito una ducha — le recordó.

—Yo también — murmuró sonriendo al tiempo que la atraía hacia sí. A

briéndole el albornoz, cubrió sus pechos con ambas manos.

—Nick — objetó temblando al ver que él se inclinaba para besarlos.

—¿Qué sucede, amor mío? — murmuró suavemente, su tibio aliento sobre la piel femenina.

Ella ya no podía recordar.

—Oh, Nick …

Nick y Miley  pasaron la mayor parte de la noche haciendo el amor.
Como si él hubiera querido resarcirse de la semana de ausencia, como si tratara de quedar grabado en la mente de su mujer, como si quisiera probarle que él era el único hombre en su vida.

Al amanecer, rendidos, cayeron en un profundo sueño.
La alarma del reloj sonó una y otra vez, pero ellos no la oyeron.
Más tarde, ella despertó bruscamente.

Abandonó el lecho, dejando a Nick dormido, y fue a ducharse a toda prisa.
Luego, tomando lo primero que encontró en el armario, se volvió a mirarlo.
El edredón había caído al suelo.

Su desnudo y bronceado cuerpo se dibujaba, magnífico, contra la blancura de las desordenadas sábanas.

«Como un dios griego», pensó con cierto resentimiento, dirigiéndose a la sala de estar, donde comenzó a vestirse.


4 comentarios:

  1. WOOOOW QUE BUENO QUE SUBISTE
    ME ENCANTO EL CAPITULO
    ESTA BUENA LA NOVELA!!!!
    SIGUELA!!!

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  2. Siguelaa , me encanto esta super buena siguela porfis :)

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  3. Omg me encanto siguela por favor ;-)

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  4. Por favor siguela pronto Niley aun me hace soñar con vuestras historias

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si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥