miércoles, 10 de julio de 2013

Corazon Indomable cap 15


El lunes por la tarde, Nick fue a ver a Fred.

—¿Qué tal la convención? —le preguntó el padre de Miley .

—Muy bien. Hemos hablado de las exportaciones de carne a Japón con etiqueta de denominación de origen y todo ha ido sobre ruedas — contestó sentándose y pasándose los dedos por el pelo .

—He oído algo que no me ha gustado tanto.

Fred pensó que se había enterado del trabajo de Miley .

—Bueno, que estabas buscando socios.

—Ah, eso —dijo Fred carraspeando—. Bueno, he tenido un par de contratiempos.

—¿Por qué no has recurrido a mí? Sabes que no tienes más que pedirme el dinero que necesites y yo te lo presto.

Fred tragó saliva.

—Lo sé... Pero no quiero hacerlo estando como estoy —contestó el hombre evitando la mirada de Nick.

—¿A qué te refieres?

—A Miley .

Nick no sabía si Fred se habría enterado de todo, pero veía que sí.

—Entiendo.

—No quiere que se mencione tu nombre en su presencia —dijo Fred con tono de disculpa—.Si te pido dinero sin que ella lo sepa, tarde o temprano, se va a enterar. Jacobsville es muy pequeño.

—No creo que se entere estando en la universidad.

—Bueno, no ha vuelto a la universidad... Está trabajando. Tiene un buen trabajo Y le gusta.

—¿Dónde?

—En un restaurante, de cocinera Y camarera.

—Será una broma.

—No, después de dos meses en la cocina con Hettie, cocina muy bien — protestó su padre —  Incluso hace... — iba a decir bizcochos, pero rectificó a tiempo — pizzas.

—Fred, no sabía que las cosas estuvieran tan mal. Lo siento.

—Nadie tiene la culpa de que el toro muriera. Me gasté mucho dinero en él y no lo tenía asegurado.

—Me gustaría ayudarte, si me dejas —insistió Nick.

—Gracias, pero no puedo.

—Supongo que Miley te habrá contado lo que pasó en el baile —dijo Nick tras una incómoda pausa.

—No, no me ha dicho nada de eso. Me ha contado lo de la ferretería. ¿Es que hay más?
Nick desvió la mirada.

—Sí. Nos peleamos — contestó mirándose las manos —. He metido la pata y bien. Creí varios cotilleos sobre Miley que jamás tendría que haber creído. Ahora, sé que no eran ciertos, pero no me deja ni acercarme a ella para pedirle perdón.

Aquello era nuevo.

—¿Cuándo la has visto? — preguntó Fred intentando ganar tiempo.

—El viernes, en el banco — contestó Nick— Me ignoró — añadió recordando su mirada de desprecio —. ¡La primera vez que me pasa en mi vida!

—Miley no suele ser así — dijo Fred justificando a su hija — Puede que sea por el trabajo...

—No, es por lo que le dije — confesó Nick — No sé cómo pude creerme todas esas patrañas.

—Según Miley Marilee puede resultar de lo más convincente y, como le gustabas.

—No era mutuo  — contestó Nick — No me daba cuenta de lo que estaba pasando. Me creí todo lo que contó Marilee. Creía que era difícil engañarme, pero veo que soy más ingenuo de lo que pensaba.

—A todos nos pueden engañar. Has tenido mala suerte. Miley nunca ha hablado de ti con nadie. Es tímida, por si no te has dado cuenta — sonrió Fred —. Una tarde, mientras tú estabas en casa, se puso guapa y, cuando saliste de mi despacho, coqueteó contigo. Luego, le contó a Hettie que había sido lo más difícil que había hecho en su vida. No es propio de una mujer sofisticada, ¿verdad?

—No — contestó Nick suponiendo cómo le debía de haber dolido a Miley que la tildara de todo aquello —. Ojalá me hubiera dado cuenta. No me gustan las mujeres agresivas y sofisticadas — confesó —. Me gustaba Miley como era antes.

—¿Inofensiva?

Nick se puso rojo.

—Yo no diría eso.

—¿Ah, no? — sonrió Fred echándose hacia atrás en la butaca —. Mira, he criado a mi hija entre algodones porque quería que tuviera una vida fácil, pero veo que no le he hecho ningún favor. No es una muñequita de porcelana, Nick, es una mujer. Tiene que aprender a ser independiente y autosuficiente. Tiene carácter y está aprendiendo a utilizarlo.

—Sale con Harley.

—¿Y por qué no? Harley es un buen tipo, pero no es lo que tú crees. Son solo amigos.

—¿Y a mí qué me importa? —dijo poniéndose en pie— No voy a insistir más, pero que te quede claro que tu hija no tendría por qué enterarse nunca de lo del rancho.

Fred estuvo tentado de aceptar.
Se levantó y suspiró.

—Ha habido momentos en los que he trabajado veinte horas, he sobrevivido a sequías e inundaciones, pero esto es mucho peor. Podría perder fácilmente el rancho.

—No te arriesgues —contestó Nick—. Te prestaré el dinero que necesites. Te prometo que Miley nunca se enterará. Quedará entre tú y yo. No pierdas el rancho por orgullo; Fred. Lo tenéis desde hace muchas generaciones.

—Nick...

—¡Déjame ayudarte!

—Tendría que ser un secreto — dijo Fred cediendo ante la sincera mirada de preocupación de su socio.

—Así será. Te doy mi palabra. Quedamos con mi abogado para ver los detalles, ¿te parece?
Fred tuvo que morderse el labio inferior para controlar las lágrimas que amenazaban con brotar de sus ojos.

—No te puedes ni imaginar cuánto...

—Fred, me sobra el dinero — lo interrumpió Nick —. ¿De qué me serviría tener tanto si no ayudara a mis amigos cuando lo necesitan? Sé que tú harías lo mismo por mí.

—Por supuesto — contestó Fred tragando saliva —.Gracias.

—De nada — contesto Nick poniéndose el sombrero —. Por cierto, ¿en qué restaurante está Miley ? Lo digo para ir a comer algún día.

—No sé si es buena idea. Está todo demasiado reciente — mintió Fred con pesar.

—Tienes razón. Dejaré pasar un poco de tiempo a ver si se calma. Tiene carácter, ¿eh? Quién lo iba a decir.

—Últimamente no deja de sorprenderme.

—Sí. Bueno, hasta luego.

Cuando Nick se hubo ido, Fred dio rienda suelta a sus emociones.
No se había dado cuenta de lo mucho que significaba su rancho hasta que había estado a punto de perderlo.

Ahora, pasaría a Miley y a sus hijos.
Gracias a Nick Jonas, que era un buen hombre y el mejor de los amigos.
La vida era bella.
¡La vida era muy bella!


1 comentario:

si te gusto el capitulo o tienes alguna sugerencia no dudes en decirmela seran todas bienvenidas gracias C:
besitos vuelve pronto y mil gracias por visitarme ♥